De las calles a los Juegos Olímpicos

Imagine el escenario. Una amplia plaza comercial o la intersección de la 27 de febrero con Máximo Gómez. Los protagonistas provienen de las zonas más empobrecidas del país o de barrios marginados de la capital.

La música a todo dar y las personas llenan los puentes y los alrededores para observar a su juventud ayudar a su país a clasificar, por primera vez, a unos Juegos Olímpicos en el deporte del baloncesto.

Si con el esfuerzo de un pequeño grupo en solo 15 meses, el basket 3X3 de la República Dominicana pasó del lugar 128 al 38 en el mundo con la indiferencia de los entrenadores, el tibio apoyo de las asociaciones y apenas algunos eventos privados, la pregunta es hasta dónde llegaría con un poco más de colaboración.

“Creo que podemos entrar entre los primeros 10 del mundo”, dice Elka Jiménez, la presidenta de la Comisión Nacional de Baloncesto 3X3 en su visita a El Deporte de LISTÍN Diario junto a Rafael Faneyte, uno de los integrantes de la comisión.

Destacan que es una disciplina que puede cambiar la vida de los jóvenes que pueden pasar de ser marginados a estrellas del deporte.

Faneyte dice que el número uno del mundo, el serbio Dusan Bulut ya es dueño de su marca de ropa y percibe miles de euros en sus participaciones en el Tour Mundial.

Con apenas poco más de un año de trabajo -sin remuneración alguna-, la comisión ha logrado que el país clasifique a dos mundiales: el U-18 en masculino del próximo mes de julio en Ulaanbaatar, Mongolia y el U-23 femenino en octubre que tendrá como sede la ciudad de Xiam, China.

Las claves Jugar, jugar y jugar, pero hacerlo dentro de la plataforma creada por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) es la clave para que el país se mantenga ascendiendo en el ranking mundial.

Pero para eso debe contar con la colaboración de los jugadores, entrenadores, asociaciones, promotores, etc.

“El año pasado realizamos 89 justas y más de 50 tuvieron como sede la ciudad de La Vega. Se hicieron también en Mao, Nagua, Cotuí, Monte Plata, Higuey, La Romana, Hato Mayor”, agregó Jiménez, quien aboga por una mayor integración de los entrenadores y las asociaciones, principalmente.

A pesar de que, mediante resolución, la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal), ordenó a las asociaciones nombrar un enlace para el basket 3X3, muy pocas han respondido y la mayoría de manera tímida.

Éxito en Barranquilla En los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Barranquilla, Colombia, el femenino logró la medalla de bronce y el masculino se quedó con la plata.

Sin embargo, resalta Faneyte que ninguno de sus miembros pertenece al Distrito Nacional o a Santiago, que se entienden son las asociaciones de mayor presencia.

Cada jugador debe estar inscrito y verificado su perfil en la plataforma de la FIBA para que sus puntos valgan tanto para su ranking como para el de su país.

Los entrenadores, aunque no tienen presencia física, tendrían la satisfacción de ver como sus jugadores se desempeñan a pesar de no tener que estar escuchando sus voces a cada momento. Sin embargo, la respuesta de este segmento también ha sido tímida.

“No tenemos tope internacional, para la FIBA prácticamente no existimos. Tenemos que traer gente aquí”, añade Faneyte con relación al que es considerado como el deporte urbano número uno del mundo y al que ahora la FIBA ha revestido con organización, reglamentos y regulaciones.

Jiménez resalta la buena voluntad del Comité Olímpico Dominicano que, a través del programa Solidaridad Olímpico y tras cumplir con los requisitos, ayudará con la llegada al país el próximo mes de marzo de un experto FIBA en 3X3, quien dará las instrucciones para seguir avanzando en materia de organización, entrenamiento, comercialización, entre otros aspectos.

Los puntos se alcanzan con los eventos en los que se compite. Mientras mayor sea la calidad (trasmisión en vivo, equipos extranjeros, premios en metálico) se suman más tantos al ranking individual y por países.

“Lo que necesitamos es hacer un par de torneos Challenger para acercarnos a Argentina y Brasil”, dice Jiménez, quien resalta que el país ocupa el sexto lugar en América y el primero en el Caribe.

Cada Challenger costaría 200 mil dólares para cubrir con las especificaciones de la FIBA. Sería un poco menos de lo que cobra un artista internacional (se presentan hasta 4 en un famoso festival) por su presentación en el país.

“Andorra, un pequeño país europeo, asiste a todos los mundiales ya que por decreto presidencial en todas las instituciones se debe jugar el 3X3 y el 50 por ciento del presupuesto para el baloncesto de ese país se destina para esa modalidad”, apunta Jiménez.

En la comisión también están José Cabrera, Amelfis Rijo, Frank Félix Domínguez, Bernando Ventura, Osvaldo Villalona, David Zabala y Elieser Luvín.

Preparación y compañerismo Es un deporte democrático. Solo pueden representar al país los primeros 100 del ranking. No hay ningún tipo de influencia. El que no juega no acumula puntos y va descendiendo en el ranking.

“El jugador, al no tener una supervisión directa, es más responsable de su actuación. Fomenta el compañerismo, el trabajo en equipo, nadie manda la sustitución, pero mientras más sustituciones hay, los jugadores estarán más frescos”, dice Faneyte.

Jiménez dice que hay unos 3 mil dominicanos en la plataforma, pero que con la mayoría hubo que hacer un trabajo arduo para inscribirlos, pues además de los datos generales, se exige un teléfono y un correo electrónico que muchos de ellos no tenían.

Al ser un deporte prácticamente sin descanso, las exigencias físicas son mayores que en el baloncesto normal por lo que un buen jugador en este último no necesariamente lo sería en el primero.