Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FIEBRE NACIONAL

¡El eterno dilema del hándicap!

Mucho se ha hablado sobre el tema de la aplicación correcta del hándicap. De manera común, la principal queja por parte de los golfistas dominicanos al final de cualquier torneo es la incorrecta aplicación del hándicap o el desconocimiento de cómo aplicarlo (exceptuando los del Golf Channel AM Tour RD o los de FEDOGOLF, pues se juegan Medal Play y solo se usa el hándicap para ubicar el flight o la categoría en la que el jugador participará),”. Este articulo, que escribí en 2012 siendo editor de Golf Digest RD, pretende responder algunas interrogantes. Empecemos con la pregunta básica: ¿Que es el hándicap? Según la USGA, “el hándicap es el sistema que sirve para medir la capacidad y el potencial de un jugador. Se refleja mediante un número en decimales, el cual se redondea cuando se hace la conversión al hándicap del campo”. Cuanto más bajo el hándicap, mejor el jugador, y se traduce en una cantidad de golpes de ventaja que dará un campo o un jugador a otro jugador. El hándicap permite que jugadores de varios niveles muy dispares puedan jugar juntos, porque al terminar, cada jugador resta su hándicap de la totalidad de golpes para obtener el resultado final. De esta manera en cada partido, un jugador no solo juega contra los demás en su grupo sino también contra su propio hándicap. En otras palabras, contrario a lo que la gente cree, el hándicap no es tu debilidad ante el campo, sino tu potencial de juego. Para que entendamos mejor, vamos a definir algunas acepciones que también traen confusión:

COURSE RATING: Es la medida del nivel de dificultad de un campo de golf para un jugador “Scratch”. Hablamos de alguien que juega en cualquier campo con un 0 de hándicap. Esto no tiene ninguna relación con el par de la cancha. Hay campos cortos y fáciles con un Course Rating bajo (como el Metro Country Club), pero también hay campos larguísimos como Dye Fore en Casa de Campo, en los que la diferencia en el rating es muy amplia, y, sin embargo, ambos son par 72. Aunque no hay limites para el Course Rating, la dificultad estándar es de 113. La mayoría de los campos comunes se manejan entre 55 y 155, aunque 155 desde las bases traseras (por ejemplo), es un numero que convierte un campo en extremadamente difícil, al que un “Weekend Warrior” o “golfista de fin de semana” se le dificultaría hacerle par.

SLOPE RATING: Se define como la relativa dificultad de un campo para los “Jugadores Bogeys” u otros jugadores con “diferentes habilidades” cuando son comparados con el Course Rating. Para lograr obtener el Slope Rating de un campo se toman en consideración varias cosas durante su diseño: la colocación de las trampas de arena, los házards de agua, el ancho y profundidad de los fairways, la distancia de las bases, la topografía del terreno, los obstáculos naturales como árboles, montañas, cañones, etcÖ, el tamaño y firmeza de los greens, los cortes de rough, entre otros.

Vamos a poner un ejemplo con un jugador al que llamaremos Juan, el cual tiene un hándicap de 10.0. Si Juan juega en Cayacoa desde las bases blancas, el Slope Rating que se utilizará para medir su desempeño es de 70.2 / 132. Como tiene 10.0 de índex, en Cayacoa le sube a 11. Con estos números, en teoría, Juan debe promediar 84 si juega Cayacoa desde su base regular (blancas). Así se obtiene esta cifra: 70.2 Rating + 11.0 Hándicap del Campo (ajustado) + 3.0 Golpes que usualmente tira un jugador sobre su hándicap = 84 Golpes. ¿Se sorprende? Considerando lo que vemos en los torneos, seguro que si. Casi nadie toma en cuenta que, llevando un hándicap con seriedad, el jugador regular promedia 3 golpes por encima de su hándicap índex ajustado. ¿EntoncesÖque pasa aquí en RD? ¿Somos unos fenómenos o aplicamos el hándicap como nos venga en gana? Como el hándicap es, ante todo, un modelo matemático, se debe a sí mismo un mínimo de certeza y exactitud. Esta exactitud teórica es pues, su mejor cualidad y su peor defecto.

Es su mejor cualidad, porque todo club o golfista que se atenga estrictamente a los requerimientos del sistema, tendrá un número que será muy representativo de su habilidad relativa de juego, el cual podrá usar como herramienta para mejorar e impulsar su juego hacia un mejor hándicap. El peor defecto es que los golfistas pretenden retorcer la verdad buscando distorsiones voluntarias a si subo o bajo el hándicap, con fines de obtener una ventaja comparativa con sus competidores de manera injusta y desenfadada. Evidentemente, hay un gran grupo de jugadores que toma su hándicap en serio y realmente busca que su valor represente su habilidad relativa. En estos casos, lograr mejorar el hándicap, redundará realmente en la mejora de su juego y creo que los que buscan esto son la mayoría.

A los golfistas que están fuera de ese grupo mayoritario descrito arriba los clasifico en dos grupos: uno es el grupo inofensivo que no tiene malas intenciones con sus actuaciones y solo le importa lo que haga él con su juego y su grupo reducido de amigos, y el otro, es el grupo que ha hecho de los sistemas de hándicap un juego de idiotas. Consideran que todos somos bobos y como tal entienden que deben ganar todos los torneos ante nuestra mirada indefensa. Son los que buscan inflar su hándicap para tener una ventaja adicional y así arrasar con apuestas y torneos, como si el orgullo de ganar un trofeo inmerecido fuera vitamina para sus egos. La triste realidad es que muchos de los jugadores que semanalmente invaden los campos participando en torneos “sociales”, ganan y se paran con orgullo a recibir sus trofeos, quizás pensando que nos engañan. He llegado a la conclusión de que esos “jugadores” entienden que quienes estamos mal somos los que jugamos golf serio, porque la trampa es semanal y reiterativa y los torneos siempre están llenos. Vamos a jugar limpio. Vamos a emprender una nueva era de juego honesto en el que todos participemos en igualdad de condiciones, confiados en que el sistema de hándicap se encargará de ajustarnos a todos en una competencia justa.

Tags relacionados