China se acerca a semifinales con triunfo sobre Estados Unidos

La selección china de voleibol superó este domingo a Estados Unidos, por 3-2, en partido de la tercera fase del Mundial femenino que se disputó en el Nippon Gaishi Hall de Nagoya, y dio un enorme salto en pos de acceder a las semifinales.

Las chinas, oro en los Juegos de Río’16’, y las estadounidenses, campeonas del mundo’14, reeditaron hoy la final que jugaron el 12 de octubre de hace cuatro años en el Mediolanum Formun de Milán.

Tampoco en esta ocasión, las norteamericanas pudieron tomarse la revancha.

Las asiáticas se anotaron el primer parcial (25-22) y cedieron los dos siguientes (19-25 y 20-25), pero no por ello bajaron los brazos.

Comandadas por la atacante Yuan, a la postre máxima anotadora del partido con 25 puntos, y la opuesta Li, aguantaron la presión de sus adversarias (22-22, 23-23 y 25-23) y forzaron la disputa del desempate.

Con dos leyendas del voleibol mundial al mando de ambas selecciones, Karch Kilary y Lang Ping, el choque se inclinó definitivamente hacia las chinas, que dominaron el tie break sin pasar apuros (8-5, 11-7, 13-8 y 15-9), tras 2 horas y 14 minutos.

Las opciones de seguir en el torneo de Estados Unidos pasan por batir mañana, lunes, a Holanda. China, por su parte, disputará su último encuentro de esta fase, también ante las holandesas, el martes 16.

Serbia triunfa La contundente victoria de Serbia por 3-0 (25-19, 25-18 y 25-23) ante Japón mermó sensiblemente las aspiraciones de las anfitrionas del Mundial femenino de voleibol, de obtener el pase a las semifinales.

En este partido, de la primera jornada del grupo G. disputado en el Nippon Gaishi Hall de Nagoya, ante 8.000 espectadores, las jugadoras europeas demostraron una clara superioridad sobre un conjunto nipón que tan solo tuvo una oportunidad, cuando mediado el tercer set, logró situarse un una ventaja de 22-19.

La opuesta zurda Tijana Boskovic, de 1,93 metros y cuyos remates llegaron a alcanzar los 98,3 kilómetros por hora, resultó una pesadilla para la primera línea de las japonesas que, en escasísimas ocasiones, logró frenarla.