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A TIRO DE HIT

Largo período de dominio validado en Cooperstown

En la más reciente ceremonia de exaltación del Salón de la Fama del Béisbol, uno de los nuevos inmortalizados fue el súper astro de los Bravos de Atlanta Chipper Jones, quien vio premiada una estelar carrera de 19 temporadas. Jones se convirtió en el sexto miembro del equipo de los Bravos de Atlanta de las décadas de los 90 y 2000 que recibió la distinción.

Las hazañas de este gran conjunto han quedado en el olvido por haber obtenido sólo un campeonato (en 1995) durante su apogeo. Pero es notable lo que lograron en una época donde, fruto de la agencia libre y la constante migración de jugadores, resulta tan difícil lograr éxito sostenido. Entre 1991 y 2005, los Bravos obtuvieron 14 títulos de división en forma consecutiva si consideramos que la temporada de 1994 no llegó a su conclusión.

Es un período poco menos que increíble que ha sido validado en el Salón de la Fama. Un total de cuatro jugadores de este equipo han sido exaltados en su primer año siendo elegibles, así como también su dirigente y el gerente general que hizo los movimientos necesarios para lograr la continuidad que caracterizó al equipo de Atlanta. Los cuatro exaltados como jugadores estuvieron con la franquicia un mínimo de 10 estaciones.

Durante sus 14 años de dominio, los Bravos promediaron 97 triunfos por temporada y ganaron 1,363 partidos, superando por amplio margen a los Yankees que son sus más cercanos perseguidores en cuanto a victorias de serie regular en el mencionado período.

Ahora recordemos a los seis inmortales que coincidieron en esta gran escuadra:

Bobby Cox

Adelantado a su tiempo como dirigente por su habilidad para manejar a sus jugadores sin necesidad de una conducta dictatorial. Cox sumó 2,001 victorias en su carrera, cuarto mayor total en la historia. Como gerente general de la franquicia entre 1986 y 1990, fue el arquitecto de los equipos que iniciaron el dilatado ciclo de éxito. En ese período reclutó figuras como Tom Glavine, Steve Avery, John Smoltz, David Justice y otros. También seleccionó a Chipper Jones con el primer “pick” del sorteo de novatos de 1990. En 1991, presidió un tremendo comeback de los Bravos luego del Juego de Estrellas que les permitió ganar de manera inesperada su división, iniciando la dinastía. El resto es historia. Llegó al Salón de la Fama en 2014.

John Schuerholz

Schuerholz fue el sucesor de Cox en el puesto de gerente general de los Bravos, luego de ganar una corona en 1985 cuando ostentaba el mismo cargo con los Reales de Kansas City. En Atlanta sirvió como gerente hasta 2007, y luego fue el presidente de la franquicia por una década entre 2007 y 2016. Pocos duetos de ejecutivo-manager han logrado una trayectoria como la mutual Schuerholz-Cox. El exitoso ejecutivo ha servido de escuela para otros que han abrazado la misma carrera. El mejor ejemplo es Dayton Moore, gerente general campeón con los Reales de Kansas City. Schuerholz fue inmortalizado en 2017.

Tom Glavine

Uno de 24 lanzadores que han logrado 300 victorias en su carrera de Grandes Ligas, sumando 305 triunfos. Fue buque insignia de esta franquicia, ganando un par de Premios Cy Young y logrando cinco campañas de 20 o más juegos ganados. Su primera gran temporada llegó en 1991, justo el año en que cambió la suerte de su equipo. Lanzó ocho entradas de un hit en el sexto y decisivo partido de la Serie Mundial de 1995. Logró dos victorias en esa serie, la única ganada por los Bravos en el período que revisamos. Exaltado en 2014.

Greg Maddux

“El Profesor”. Uno de los grandes lanzadores de todos los tiempos. Primero en la historia que obtuvo cuatro Premios Cy Young sucesivos (hazaña luego igualada por Randy Johnson), y máximo ganador en la década de los 90. Tuvo una increíble racha de 17 temporadas logrando un mínimo de 15 victorias, y ganó 355 partidos en su carrera. De milimétrico control y brillante defensa, otorgó menos de dos bases por bolas por cada nueve entradas y ganó 18 Guantes de Oro en su carrera de 23 estaciones. Exaltado en 2014, junto a Cox y Glavine.

John Smoltz

Dominante como abridor y como relevista, Smoltz fue el mejor de los tres ases en post-temporada, logrando marca de 15-4, 2.67 en más de 200 entradas lanzadas. Ganó 213 partidos, salvó otros 154 y ponchó 3,084 oponentes. Obtuvo el Premio Cy Young en 1996, rompiendo la racha de cuatro consecutivos de su compañero Maddux. Se convirtió en inmortal en 2015.

Chipper Jones

En nuestro librito, el segundo mejor bateador ambidextro en la historia, distinción avalada por sus promedios de .303/.401/.529, con 468 cuadrangulares, 549 dobles y 1,623 carreras remolcadas, además de 2,726 hits. Las lesiones que lo golpearon en la última etapa de su carrera le robaron la oportunidad de lograr 3,000 imparables. En una hazaña poco frecuente en estos tiempos, logró más bases por bolas que ponches recibidos. Fue JMV de la Liga Nacional en 1999 y All-Star en ocho ocasiones. Inmortalizado en 2018.

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