Panamá vive su sueño mundial en Rusia 2018

Ricardo Vargas creció pensando que Panamá nunca iría a un Mundial, que eso era para otros, pero nunca se apartó de una selección que le dio tremendos disgustos como el de hace cinco años, cuando los canaleros se quedaron sin boleto a Brasil en el último momento.

Por eso, cuando en octubre lograron por fin su clasificación histórica, lo tuvo clarísimo: se iba a Rusia.

Ocho meses y más de 10.000 kilómetros después, este lunes cumplía su promesa caminando junto a su familia por el paseo marítimo que conduce al impresionante estadio Olímpico de Sochi. Todos vestidos del rojo y blanco de la selección y portando sus banderas, rumbo a presenciar el primer partido de Panamá en una Copa del Mundo.

Y quién sabe si algo más.

"Con el corazón sí podemos dar la sorpresa. Los futbolistas belgas son muy buenos pero nosotros tenemos el corazón aquí. Y ya se dio con Islandia y Argentina, que empataron, luego México le ganó a Alemania...", recordó este médico de 39 años, que vive normalmente en Ciudad de Panamá.

No es el único que se ha cruzado el mundo para llegar hoy a Rusia desde este pequeño país de cuatro millones de habitantes en el corazón de América.

La ocasión lo merece y se espera que alrededor de 4.500 panameños traigan un pedazo del Caribe a las gradas de Sochi.

"Es un sueño hecho realidad, es la primera vez que estamos en un evento así y todo el mundo en Panamá está loco", contó a la AFP el abogado José Guzmán, que vestido con su camisa roja de la selección se dirigía al estadio junto a su padre.

Como muchos de su generación, este joven de 26 años creció pensando que nunca se vería en un escenario así, y hoy está en Sochi soñando en grande.

- A por todas -

La proeza de Panamá, que dejó fuera a la poderosa Estados Unidos del hexagonal de la Concacaf, ha llamado la atención del mundo y de los hinchas rusos, que les dedicaban aplausos y gestos de ánimo al cruzarse en las afueras del estadio.

La ilusión sin límites de una nación que debuta en la élite también puso sobre aviso a la propia selección belga, que no quiere llevarse un susto como el de Alemania en este Mundial que ha arrancado loco.

"Espero a un equipo panameño muy fuerte porque para ellos es una oportunidad histórica, representar a tu país por primera vez en una Copa del Mundo. Es algo único. Mi preocupación es que nos veamos afectados por ello", afirmó Roberto Martínez, técnico de Bélgica, en la víspera.

Pese a que tendrán enfrente a cotizados astros del fútbol del nivel de Eden Hazard, De Bruyne o Courtois, los panameños también llegan con sus armas.

"Tenemos confianza, los muchachos están bien preparados y el clima nos favorece totalmente. Estamos prácticamente como en Ciudad de Panamá, allí aún es un poco más caliente, pero la humedad es igual", analizaba bajo el tórrido sol del verano de Sochi Misael Aguilar, un ingeniero de 47 años que, equipado con gorro, camisa y bandera de la selección, había viajado a Rusia en un grupo de 18 amigos.

De momento, ya han hecho historia.

"Siempre pensé que Panamá iría a un Mundial porque somos un país chiquito, pero con un corazón fuerte y grande. Estamos en el corazón del mundo", afirmó Maritza Cornejo, una enfermera panameña que vive en Washington desde hace 25 años.

El día de la clasificación, se prometió que estaría en Rusia, y ha cumplido.

"Sabíamos que este día iba a llegar y se ha hecho realidad y, para que sepan, vamos a marcar un gol".