Otro más que cae por causa del dopaje

Me disponía el jueves pasado a escribir mi columna de esta semana sobre un tema de actualidad, cuando me enteré de que también el receptor Wellington Castillo había sido sancionado por la oficina del Comisionado de las Grandes Ligas al dar positivo en el uso de sustancias prohibidas. Al igual que sucedió con la noticia de Robinson Canó, hace un poco más de una semana, me quedé en shock y pensé, esto no puede estar sucediendo.

Imagen dañada

Luego de la impresión inicial, pensé que, aunque no quisiera, tenía que referirme nuevamente al asunto del dopaje, que tanto daño está causando a la imagen del béisbol dominicano y del propio país, pues es mucha la gente en Estados Unidos y en los países en que se practica este deporte, que considera que los dominicanos somos unos tramposos y que el éxito de nuestros peloteros se debe al uso de fármacos no autorizados que ayudan a aumentar el rendimiento.

Somos primeros

El dilema es, ¿cómo defender a nuestros peloteros, si ocupamos el primer lugar en el listado de jugadores suspendidos por causa del dopaje desde el 2005 hasta la fecha? Y lo peor de todo es que como van las cosas, no sabemos cuántos faltan por caer. En los últimos 13 años, en que MLB y la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas pusieron en vigencia el actual sistema pata la prevención de sustancias prohibidas, 73 peloteros han sido suspendidos por fallar los exámenes antidoping y de ellos, 31 son dominicanos, para un 42 por ciento, lo que es impresionante, si tomamos en cuenta que sólo 6 jugadores nativos de Venezuela han sido castigados por esta causa y apenas un puertorriqueño.

¿Quién será el próximo?

Lo que uno se pregunta en estos momentos y sé que mucha gente piensa lo mismo es, ¿Quién será el próximo?, esperando, que si caen otros, no sean nuestras grandes estrellas, aquellos peloteros que tienen proyección para llegar algún día a Cooperstown, como fue el caso de Canó. Ya con Sammy Sosa, Manny Ramírez y Alex Rodríguez tenemos suficiente. En circunstancias normales, hace rato que Sosa y Ramírez fueran inmortales y Rodríguez estuviera esperando a ser elegible en 2021 para ser instalado en el olimpo del béisbol.

Ayudar a otros

Ya con el daño hecho y para que puedan mejorar su imagen ante el mundo del béisbol y paliar un poco el vendaval que de seguro les vendrá encima cuando regresen a juego, sugiero a Robinson Canó y Wellington Castillo que participen en un programa de educación y orientación a peloteros jóvenes, para que estos se cuiden y eviten cometer los mismos errores que ellos. Podrían venir a República Dominicana, visitar las academias de los equipos de Grandes Ligas y dar charlas de prevención a los jugadores que comienzan su carrera en el profesionalismo.

Reinvindicarse

Incluso, podrían coordinar visitas a los principales programas de preparación de prospectos con los mismos fines. Este proyecto estaría bajo la supervisión de MLB y el Sindicato de Peloteros. Reitero que sería una manera de reivindicarse y al mismo tiempo ayudar a que se mantengan limpios los jóvenes que aspiran a llegar a las Ligas Mayores. Lo mismo pueden hacer otros jugadores criollos que han sido sancionados, durante la temporada muerta, es decir en los meses de noviembre a enero.

Medidas drásticas

Lo escribí en la columna anterior y vuelvo a repetirlo, la gente se siente defraudada y teme que en cualquier momento caiga otro jugador. Parece que serán necesarias medidas más drásticas para acabar de una vez por todas con este problema. En una oportunidad publiqué que si al pelotero que arroje positivo en un test se le anulara el contrato de manera automática, los infractores los pensarían dos veces antes de arriesgarse a que los agarren usando químicos vedados por el programa antidroga. Pero, esto último es imposible porque los dirigentes del Sindicato de Jugadores jamás lo aceptarían.

A mi madre

Con motivo de celebrarse mañana en nuestro país el Día de las Madres, felicito calurosamente a la mía, que a sus 95 años de edad, sigue velando por sus hijos como el primer momento y brindándoles a todos su amor incondicional. Ha sido una bendición tenerla a nuestro lado durante tantos años. Felicidades madre querida.