Hacia dos mil remolcadas

A punto de arribar a los tres mil hits disparados en su carrera, la próxima meta de Albert Pujols es alcanzar las dos mil carrera empujadas, cifra que lo colocaría en una categoría de extrema exclusividad entre los renglones ofensivos de acumulación en Grandes Ligas.

En el béisbol moderno, que se reconoce como el que se está jugando a partir de la campaña de 1901, solo otros tres bateadores han conseguido acopiar esa cantidad de remolcadas: Hank Aaron, que estuvo activo entre 1954 y 1976 encabeza el cuadro con 2,297, Babe Ruth, quien desarrolló su carrera en la época anterior a la rotura de la barrera racial acumuló 2,214 entre el año 1914 y el 1935, manteniéndose como líder desde 1933 hasta que en 1975 Aaron lo superó; y Alex Rodríguez, un contemporáneo que entre la campaña de 1994 y 2016, perdió por suspensión la de 2014, logró remolcar 2,086 compañeros.

Pujols inició esta, su décimo octava campaña, con 1,918 carreras empujadas y si conserva su físico en condiciones que lo mantengan activo, la posibilidad que en agosto entre por derecho propio a este círculo son muy probables. De cumplirse esta aspiración, el dominicano pasaría a acompañar a Aaron y Rodríguez como los únicos bateadores en la historia de las Ligas Mayores que consiguen superar la cifra de tres mil incogibles, seiscientos jonrones y dos mil carreras empujadas. Ruth, que fue usado exclusivamente como lanzador en los tres primeros años de su carrera, disparó 2,873 inatrapables. Esa circunstancia impidió que fuera parte de ese sobresaliente cuadro.

TRILOGÍAS DOMINANTES

El cuerpo de lanzadores abridores de los Bravos de Atlanta de la segunda parte del decenio de 1990 fue espectacular. Dirigidos por Bobby Cox y contando con la asesoría de Leo Mazzone como coach de pitcheo, en tres campañas, de manera consecutiva, manejaron sus ases monticulares de una manera tal que un trío de sus iniciadores concluyeran la campaña con Promedio de Carreas Limpias por debajo de 3.00.

En 1996, Greg Maddux, John Smoltz y Tom Glavine protagonizaron la hazaña al obtener 2.72, 2.94 y 2.98 de PCL respectivamente, todos completando más de doscientos episodios. Al año siguiente Maddux (2.20) y Glavine (2.96) repitieron con los porcentajes indicados, pero acompañados esa vez por Denny Neagle (2.97); ese año Smoltz finalizó con 3.02 de PCL. En 1998 este retornó al conseguir reducir su promedio a 2.90, mientras Maddux y Glavine registraban 2.22 y 2.47 cada uno.

La hazaña se dimensiona debido que a partir de entonces solo en otras cuatro ocasiones en una rotación de lanzadores abridores tres han logrado resultados similares.

En 2002 los Medias Rojas teniendo a Graddy Little de timonel y Tony Cloninger con la responsabilidad del departamento de pitcheo procuraron con su asesoría que Pedro Martínez (2.26), Derek Lowe (2.58) y Tim Wakefield (2.81) mantuvieran su eficacia al nivel destacado. En 2005, los Astros de Houston, ubicados entonces en la Liga Nacional, reunieron a Roger Clemens (1.87), Andy Pettite (2.29) y Roy Oswalt (2.94) bajo la tutela de Phil Garner y con Jim Hackey como coach de pitcheo con este tipo de resultados. En 2012 Ryan Volgensong (2.71), Tim Lincecum (2.74) y Matt Cain (2.88) laboraron con los Gigantes al grado de efectividad señalado, bajo la dirección de Dave Righetti como coach de pitcheo y Bruce Bochy de manager. Por último, los Nacionales de Washington del 2014, comandados por Matt Williams y Steve McCatty responsable de los pitchers, lograron que sus abridores Doug Fister, Jordan Zimmermann y Tanner Roark sostuvieran sus PCL en 2.41, 2.66 y 2.85 respectivamente.

PICADERA

Ö..La temporada de Grandes Ligas apenas comienza, pero el promedio de jonrones disparados en relación a las apariciones en el plato es 2.7, un 18% menos que los 3.3 del año pasado cuando se estableció una marca de todos los tiempos de 6,105 jonrones en totalÖ.Robinson Cano necesita 126 hits como segunda base para llegar a 2,469 y empatar con Joe Morgan en la quinta posición de incogibles conectados como intermedistasÖ..En el béisbol post rotura de la barrera racial el único segunda base con promedio de .300 por vida ha sido Roberto Alomar, exactamente .300. Canó comenzó la temporada en .305Ö.