Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Hernández llegó y le gustó el taekwondo

Moisés Hernández junto a su compañero Luis Pie. Ambos obtuvieron presea de bronce.

Moisés Hernández junto a su compañero Luis Pie. Ambos obtuvieron presea de bronce.

Avatar del Listín Diario
Ramón RodríguezToronto, Canadá

Siendo apena un joven de 15 años, Moisés Hernández, caminó hasta el estadio de béisbol de su natal San Juan de la Maguana, en busca integrarse a la práctica de un deporte.

No tenía elección, pero de pronto le vino a su mente uno de combate y coincidencialmente encontró al profesor Pedro Montero, quien lo llevó con él al taekwondo.

Su madre, doña Atanasia Encarnación se oponía a que su hijo Moisés practicara taekwondo, por aquello de no ver a este recibir o dar golpes a otro.

“Ella sólo quería que yo me quedara unos meses, hasta aprender para defensa propia”, cuenta Hernández, estudiante de medicina de la Universidad Utesa.

No todo quedó ahí. Él continuó los entrenamientos y se entusiasmó tanto que lo tomó muy en serio. “Llegué, me gustó y me quedé”, cuenta el atleta de 22 años, que sin hacer mucho ruido, es uno de los proyectos a futuro del taekwondo dominicano.

Su madre hoy celebra los triunfos que ha ido cosechando Hernández en el deporte del taekwondo.

El martes pasado se anexó la medalla de plata en la categoría menos -80 kilogramo, su primera en unos Juegos Panamericano. Antes había ganado presea de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México.

Cuenta que en su familia, San Juan de la Maguana y cree que todo el país celebra su medalla que bien pudo haber sido de oro. “Me descuidé en la defensa y vino el punto” del cubano José Coba, quien quedó con la medalla de oro.

Pasada esta pelea, Hernández piensa en el futuro. “Mi meta es estar en los Juegos Olímpicos”, dice, sin antes expresar que quedarán eventos donde ha de encontrarse de nuevo con Coba, a quien estuvo dominando hasta que restando un segundo le marcó el punto que lo llevó a la medalla de plata.

“Fue un combate muy reñido, pero esta medalla tiene un gran significado para mí”, dice Hernández, quien informa que es la más alta distinción que ha logrado.

Sin embargo, no dejará sus estudios. Quiere ser médico de profesión para ofrecer sus servicios a la sociedad que lo vio nacer un 22 de marzo de 1993.

El cariño que tiene por sus padres -Atanasia Encarnación y Otilio Hernández- así como a sus hermanos -Santa De Oleo, Reyes y Wilfrido- le motiva a seguir unido a la familia del taekwondo.

Wilfrido es uno de los hermanos de Moisés y pertenece a la selección nacional de voleibol y como tal, se siente a gusto con este, porque está en el deporte, una actividad que describe como “sana y llena de oportunidades”.

Tags relacionados