PRESENCIA DOMINICANA

El polémico formato

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Tony Piña CámporaSanto Domingo

La mano invisible que Adam Smith describió hace más de 200 años domina mucho más de lo que él pudo entonces imaginarse. El mercado es implacable. Los resultados que otorgaron a Cuba la corona de campeón en la pasada Serie del Caribe generaron en diferentes sectores un feroz rechazo tildándolo de poco deportivo. Dado que el formato con que se jugó el evento fue el mismo que se aplicó el año anterior y había sido hecho público ampliamente, se convierte en divertida una posición de esa naturaleza. Realmente, desde un concepto puramente deportivo, el único método de definición justo es el que se aplicaba en Cuba en los torneos pre revolución y en las Ligas Mayores antes de 1969, cuando los circuitos se dividieron. En ambos casos, se jugaba un largo torneo, en el primero de 144 juegos y en el segundo de 616 en cada circuito, y el equipo con mejor marca de victorias y derrotas era el campeón. En este último, la Serie Mundial se decidía entre los dos ganadores. Se efectuaron 54 Series del Caribe con ese tipo de procedimiento, pero cuando en 2012, apenas por segunda ocasión se decidió el ganador en la cuarta de seis fechas de juegos programadas, se levantó un amplio coro que repitió insistentemente que el formato era obsoleto. Incluso, se llegó a indicar que la decadencia del certamen era causada por el tipo de calendario que se aplicaba. Si se analiza en detalle la evolución de esos eventos con el antiguo diseño, se evidencia con facilidad que debido a lo breve de este y la involucración de cuatro equipos, normalmente se producía un dinamismo que en la mayoría de los casos el ganador se definió en la última o penúltima fecha e incluso en varias ocasiones necesitó un juego extra. Las exigencias del consumidor moderno de este tipo de torneo, en todos los niveles, y sobre todo acogiéndose a los avances de la tecnología electrónica de comunicación, ha provocado profundos cambios en la forma de definir los ganadores. Se olvida, que la corona ganada por Dominicana en el pasado Clásico Mundial fue decidida en un juego, que si se perdía, esa corona iba al rival del momento, Puerto Rico, aún cuando el equipo quisqueyano no había sido derrotado en ninguna de los compromisos anteriores. Cuando en 1994 estalló la huelga que provocó la suspensión de la campaña de Grandes Ligas, en la División Oeste de la Liga Americana los Rangers ocupaban la primera posición con marca de 52-62. Eso quiere decir, que el formato de las Ligas Mayores permite que un equipo pueda pasar a la postemporada con marca perdedora y hasta ganar la Serie Mundial. Todas estas nuevas situaciones que han surgido en torno al béisbol obedecen a reclamos de una sociedad armónica a los tiempos que se viven. A pesar de todos los avatares que con frecuencia agobian, verdaderamente los cambios son para bien y la humanidad avanza.

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