REPORTAJE

De vertedero, a un centro de formación deportiva

El estadio de La Normal convierte su zona en lugar de esparcimiento

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Pedro G. BriceñoSanto Domingo

Hasta hace un año, el “deshuesadero”, el parque de los viciosos, el vertedero de Villa Consuelo, el taller de mecánica representaban solo algunos de los sobrenombres que tenía un espacio terrenal de unos 1,500 metros cuadrados ubicado casi en plena avenida Quinto Centenario, justo en la parte trasera del legendario estadio de Béisbol La Normal. La gran acumulación de basura convertían al lugar en un “alegre” escenario para el criadero de ratas, que unido a la acumulación de mosquitos y presencia de animales muertos lo convertían en propagadores de enfermedades para los cientos de residentes en los sectores aledaños a esa importante vía. Los transeúntes eran víctimas constantes de los atracadores, quienes atacaban a sus presas a cualquier hora del día, mientras que en la noche era el lugar predilecto para que un grupo de jovenzuelos se dedicaran al flagelo de las drogas, ya sea como fumadores o vendedores. Era una especie de infierno el caminar por el lugar, ya sea por el mal olor que emanaba del vertedero, que era tan abundante que colindaba con el puente Hermanos Pinzón que une a las dos villas, Consuelo y Juana. En la noche era mucho peor, pues la delincuencia era marcada por desaprensivos a la espera de sus víctimas. En las madrugadas era el espacio predilecto para los bandoleros dormir. Sin embargo, la historia ha dado un giro de 270 grados, la constante acumulación de basura, delincuencia, drogas y todo tipo de suciedad ha sido erradicada en un 100 por ciento y en su lugar fue construido El Centro Deportivo La Normal, un espacio para el sano esparcimiento, la práctica de varios deportes, la realización de ejercicios y la impartición de algunas clases técnicas para decenas de jovencitas que se encuentran en proceso de reincorporación en la sociedad, a través del Consejo Nacional para la Niñez (CONANI). Una ardua labor conjunta realizada por los Ministerios de Deportes y de las Fuerzas Armadas propiciaron el cambio radical que experimenta el hoy centro deportivo, cuyo funcionamiento inicia tan temprano como las seis de la mañana con unas clases de aeróbicos bajo las orientaciones del profesor Ronny Medina, con unos cinco años de experiencia. Unas 80 personas, de diferentes edades, entre mujeres y hombres asisten diariamente a recibir las clases que imparte Medina amparados en mantenerse en buen estado de salud mediante el ejercicio y el sano esparcimiento que se respira en el lugar. Enseñanzas de boxeo bajo las orientaciones del experimentado entrenador Juan José Anderson, béisbol con Víctor Arias y Cristian Peralta a la vanguardia, así como baloncesto hacen que a este centro deportivo asistan a diario entre 400 y 500 personas. “No hay dudas que la apertura de este centro deportivo ha variado la vida de casi la población completa de los residentes en estos lugares aledaños, da gusto observar como ahora estamos haciendo deporte desde las seis de la mañana hasta las siete de la noche”, expuso Anderson con una amplia sonrisa y quien cuenta con más de 40 años de experiencia como entrenador de boxeo. Un instructor que en el pasado reciente ha sido forjador de campeones como Joan Guzmán, Elio Enai Rojas, Héctor Julio Avila, Félix Díaz espera con los más de 30 jovencitos que tiene poder proporcionarle varios para que en un futuro cercano integren la selección nacional de boxeo. “Ya tengo unos cuantos en la mira”, señala este hombre refiriéndose a los prospectos y dueño de una gran visión en la disciplina a la que ha dedicado mucho más de la mitad de su propia vida.

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