BÉISBOL DE AYER
Serie Interantillana Centenario 1944
HISTORIAL DEL EQUIPO DOMINICANO
Corresponde hoy escribir acerca del combinado nacional que tan gallardamente supo conquistar la Serie Interantillana, venciendo a una novena fuerte como era la selección cubana de 1944. Vamos a iniciar este historial, comenzando por los principales ejecutivos que hicieron posible aquel magnífico intercambio deportivo. El evento fue patrocinado por el Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo y organizado por la Dirección General de Deportes, por lo tanto tenemos que mencionar a los señores licenciado Ángel Fremio Soler, presidente del Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo; licenciado Enrique de Marchena, vicepresidente del CA; Arturo Gil Ruiz, secretario del CA; Ing. Frank Hatton, director General de Deportes; doctor Rodolfo Bonetti Burgos, consejero-presidente de la Comisión Municipal de Deportes; Luis Ernesto Rodríguez (Burrulote), delegado del equipo dominicano de béisbol; y Hostos Fiallo, comisionado dominicano de béisbol. Tal como lo hemos indicado en diversas oportunidades, el manager victorioso fue Horacio Martínez, una de las grandes glorias de América Latina en lo que respecta a jugar el campo corto de maravillas. Junto con Horacio, el asistente manager era Manuel Henríquez, y los coachs, Grillo “A” y Pajarito Perdomo, quienes también hacían las veces de jugadores. La receptoría estaba cubierta por Gu¨igu¨í Lucas, el segundo de los hermanos Lucas. Le llamaban “el americano”. Bateó para 259 y resultó champion empujador, con 6 vueltas provocadas por su ofensiva. El segundo catcher era el veterano Mariscal Enrique Lantigua, quien no vio acción en la justa. En relación al staff de serpentineros, los criollos contaban con un verdadero grupo de buenos pitchers: Ventura-Loro-Escalante, el más discutido y el más “all around” del equipo, inteligente, bateador consistente, y patrullero eficaz y rápido. Ganó dos juegos a los cubanos. Andrés Julio Báez, el Grillo “B”, champion pitcher de la serie, otro de los grandes jugadores de aquellos tiempos. Luis Castro (Niño el Zurdo), gran competidor, tenía victorias sobre todos los equipos contra los cuales se enfrentó en Series Mundiales Amateurs. Ganó y perdió en la Serie Interantillana. Juan Ramón Ramos (Bombo), poseía una velocidad escalofriante, procedía de la misma tierra de Juan Marichal. Bateó nominal 500 puntos. Fallón Heureaux, el rudo mozalbete de la bola de humo No hubo tiempo de ponerlo en el montículo. José Dolores Pérez, alias “Loló”, el hombre sin alma de Ciudad Nueva, un veterano de justas internacionales, lanzador derecho. George O’Reilly, el querido “Yoyo”, producto petromacorisano, tirador derecho. Poseía un magnífico drop. Ramón Burgos, lanzador del brazo derecho, oriundo de Santiago, con más sangre fría que un veterano. En el infield, la selección dominicana contaba con una maquinaria de hacer outs y doble matanzas. Pepe Lucas en primera, Aquiles Martínez en segunda, Papito Vargas en el short, y el Grillo “A” en tercera. Difícil encontrar un cuadro de la magnitud y calidad del nuestro. En la defensa y en la ofensiva llenaba su cometido, sumamente bueno. Pepe, la mejor primera base dominicana de su época y uno de nuestros más espectaculares jonroneros. Aquiles, hermano de Horacio, la perfección hecho segunda base. Papito, el sobrino de Tetelo e hijo de Guaguá, dos inmortales, era después de Horacio, el dueño del campo corto; y por último el Grillo “A”, una muralla en la esquina caliente, veterano de mil batallas. En los jardines, la selección dominicana disponía de Grillito “C”, Tetelito Vargas, Bell Arias y Papito Lucas. El primero fue el héroe de la serie, ganó el liderato de los bateadores. Tetelito, la gacela santiaguense, fácil de embasarse y un player de mucho rendimiento. Bell, se desempeñaba, tanto en la primero como en el outfield. Todavía era un prospecto. Papito el menor de los Lucas, bateaba oportunamente y se defendía en los jardines y en la tercera base. El equipo tenía dos suplentes: Canín Zabala y Calín Rodríguez. El segundo no jugó, pero el muchacho de Ciudad Nueva participó en 3 partidos. Pocas veces una selección cubana es derrotada por otra. En 1944 demostramos una vez más la clase de pelota que se juega en este país y la calidad de los players dominicanos.