CON LOS CAMPEONES

RD tuvo exitosa participación en Juegos

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Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

Panamericanos La conquista por parte de la delegación dominicana de 33 medallas, 7 de Oro, 9 de Plata y 17 de Bronce, en los recién concluidos Juegos Panamericanos de Guadalajara, representa una hazaña extraordinaria de una pequeña nación caribeña en permanente crisis económica y donde por existir otros renglones prioritarios que atender, como la salud, educación, creación de fuentes de empleo, vivienda y alimentación, la inversión en el deporte dista mucho de ser la ideal. Ese total de preseas, situó a la República Dominicana en el noveno lugar entre 42 naciones que compitieron en el referido certamen continental. Superamos potenciasHaber superado a Chile, Ecuador y Perú, países con un mayor potencial humano y económico, y a Puerto Rico, cuya inversión en deportes supera la nuestra, representa una proeza para el deporte criollo. En lo referente al total de preseas doradas, una nación mucho más poderosa que nosotros como Venezuela, apenas nos aventajó por 5, además de que en proporción de habitantes por medallas ganadas, estuvimos por encima de los venezolanos, así como de Estados Unidos, Brasil, México y Colombia. Solo fuimos superados en ese renglón por Cuba y Canadá, entre las naciones que estuvieron por delante de nosotros en el medallero general. Un gran méritoAnte estos resultados y conscientes de nuestra realidad como país subdesarrollado, en que la inversión pública y privada para la formación de competidores de alto rendimiento no es ni medianamente suficiente, debemos convenir en que los atletas dominicanos que obtuvieron medallas en los Juegos de Río son verdaderos héroes, dignos del más alto reconocimiento y un orgullo para sus compatriotas. A pesar de las ventajas que en términos humanos, económicos y estructurales nos llevan las principales potencias continentales, muchos deportistas quisqueyanos tuvieron la gallardía de enfrentase de tú a tú con los representantes de esas naciones y en ocasiones lograron hasta derrotarlos. Ello representa una proeza portentosa, producto de la calidad de nuestros atletas y de su dedicación, esfuerzo y coraje, que desde siempre han sabido imponerse a las adversidades. Los factoresPor el éxito conseguido en Guadalajara se debe dar crédito en primer lugar a los atletas, pero también es justo reconocer el trabajo de los entrenadores, preparadores físicos, masajistas, médicos, los miembros de la jefatura de misión y los dirigentes de las federaciones, quienes aportaron una gran cuota para lograr tan significativa victoria. Lauros para los directivos del Comité Olímpico Dominicano, en la persona de su presidente y su secretario general, Luisín Mejía y Antonio Acosta, respectivamente, quienes trazaron una estrategia de entrenamientos y preparación de la delegación, conjuntamente con los dirigentes federados, que cosechó excelentes frutos. El ministro PayanoUn párrafo especial merece el ministro de Deportes Felipe -Jay- Payano, un funcionario surgido y formado en las entrañas del deporte, que ha destinado una gran porción del dinero que recibe para mejorar las condiciones de vida de los atletas y quien se fajó a diligenciar los recursos económicos para la preparación y equipamiento de la delegación criolla que viajó a Guadalajara, dejando atrás, de una vez por todas, la deprimente época en que nuestros atletas competían en condiciones de precariedad. A Payano, pues, le toca una gran parte de la gloria alcanzada. Mucho por hacerAhora bien, el brillo de las medallas que se lograron en México no debe enceguecer a nuestras autoridades deportivas, sino que debe servir de incentivo para seguir trabajando sin descanso, porque de ningún modo se puede creer que hemos alcanzado nuestro potencial atlético. Todavía queda un largo camino por recorrer, puesto que también hubo deportes en Guadalajara en los que se falló y otros en los que se puede mejorar mucho si se pone más empeño. El caso del voleibol femenino no me preocupa, porque en esa disciplina se ha implementado un exitoso programa de desarrollo, pero en otros deportes es necesario hacer una profunda profilaxis y buscar los correctivos que nos permitan nuevamente brillar en eventos internacionales. Un seminarioCreo que el próximo paso debe ser la celebración de un seminario, para analizar la actuación dominicana en los pasados juegos panamericanos, porque eso nos permitirá conocer en qué se trabajó bien, para continuar por esa vía y en qué se actuó mal, para enmendar errores.

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