PRESENCIA DOMINICANA
Harmon Killebrew
Cuando en 1959 emergió con su poderoso bate en la liga Americana cumplía su quinto año consecutivo en el roster de los antiguos Senadores de Washington. Harmon Killebrew había firmado con ellos en 1954 por US$25,000.00 cuando se pusieron de moda los llamados “Baby Bonus”, tenía 18 años y un swing poderoso con el que disparó cinco jonrones el fin de semana que lo fueron a observar en Idaho. Su reciente fallecimiento provoca el recuerdo de una época de cambios en la ligas mayores, coincidiendo su debut con el final de un sistema que había durado más de medio siglo. El año anterior Dodgers y Gigantes impactaron mudándose de Nueva York a California y en ese 1959, los Medias Blancas, aplicando el juego pequeño superaron a sus principales rivales que basaban su ofensiva en bateadores de largos metrajes. El poder fue vencido por la defensa de Sherman Lollar, Nellie Fox, Luis Aparicio y Jim Landis bajo el mando de Al Lopez y un dominante pitcheo encabezado por el veterano Early Wynn que entonaba su canto de cisne. Fue la primera vez luego de la introducción de la bola viva que un equipo de esa naturaleza ganaba un banderín. Dos años después sobrevino la primera expansión y los Senadores se mudaron a Minnesota. Convertidos en Mellizos dejaron de ser los mamarrachos del circuito organizando un grupo liderado por la ofensiva de Killebrew que en 1965 obtuvo el banderín deteniendo una racha de cinco coronas consecutivas de unos Yanquis que se derrumbaban. Harmon Killebrew alcanzó colocar una placa en Cooperstown por su devastadora ofensiva. Tenía un poder descomunal y aunque no conseguía altos promedios de bateo, jugó en una época donde dominó el pitcheo, combinaba magistralmente una gran paciencia en la goma y eso le permitió que durante el decenio de los sesenta su OBP/SLUG/OPS estuviera entre los cinco mejores disparando la cifra máxima de 393 jonrones. No aportó mucho defensivamente, debutó como regular resguardando la antesala, pero aunque manejaba bien las manos y tenía un brazo decente sus movimientos de piernas eran muy lentos. Posteriormente fue alternado en la inicial y el bosque izquierdo. Cuando en 1969 le otorgaron el galardón de JMV protegió la inicial y la tercera base precariamente, pero conectó 49 jonrones y empujó 140 carreras ganando el título en esos dos renglones junto al de OBP (.427) y un OPS de 1.011. Los electores entendieron que sin ese bate los Mellizos jamás hubiesen obtenido su segundo pase del decenio a la postemporada. En la siguiente campaña volvieron a ganar con los aportes de Killebrew que extendió su carrera hasta 1975 agregando los suficientes jonrones para lograr la quinta cifra vitalicia (573) más alta al momento de su retiro.