PRESENCIA DOMINICANA
Béisbol y fútbol
Se está convirtiendo en costumbre cada cuatro años durante el desarrollo del torneo por la copa mundial de fútbol que surjan las comparaciones entre este deporte y el béisbol. Realmente son de naturalezas tan diferentes que ese cotejo resulta absurdo ya que en cada uno de ellos su esencia es la que seduce. El fútbol se desarrolla en un amplio terreno que posee dimensiones similares en cada lugar, los dos equipos luchan al mismo tiempo en el campo persiguiendo el objetivo de anotar respetando las reglas que rigen la acción. Está limitado por un tiempo predeterminado y exige una gran resistencia a los jugadores que duran 90 minutos en total, dividido en dos espacios de tiempo iguales con un breve intermedio de receso, en una fuerte dinámica en la que son indispensables físicos en óptimas condiciones. El béisbol por el contrario cada terreno donde se juega es diferente, las condiciones climáticas influyen en el juego y la densidad del aire es fundamental dependiendo de la ubicación de los estadios. No tiene límite de tiempo, nunca los equipos que se enfrentan están al mismo tiempo en el terreno, paradójicamente el grupo que está a la defensa posee la bola y cada posición en la alineación ofensiva exige diferentes habilidades, como cada posición en la alineación defensiva exige otro tipo de habilidades para un único individuo. Esas características provocaron desde su inicio la creación de una serie de reglas extensas y complicadas que requieren un análisis independiente para comprender plenamente este juego. Lo fascinante del fútbol es la agilidad y la acción constante que exhibe durante el desarrollo de la competencia cuyo simple objetivo lo ha convertido en el más popular del planeta. Por el contrario, al béisbol se le acusa de lento cuando no se conoce la intensidad que existe en el constante enfrentamiento entre el lanzador y el bateador. El resultado de cada envío provoca la variación de la estrategia que se aplica para cada uno de los equipos enfrentados. Esa supuesta lentitud es lo que permite al aficionado anticiparse a las decisiones de la dirigencia y precisamente eso es lo que cautiva. En consecuencia, discutir cuál de esos deportes es mejor no tiene sentido por la diferencia abismal que existe entre ellos.