TOQUES
Lo que miré y aún no creo
Nueva YorkLa presencia de Alex Rodríguez en un restaurante del alto Manhattan causó el taponamiento vehicular de la zona y reunió a cientos de dominicanos y latinos en sentido general, quienes lo vitorearon bajo la protección de la policía y varios cuerpos de seguridad. Esto había que verlo; Rodríguez, burló la seguridad frente al restaurante Caridad de la avenida St. Nicholas, también llamada Juan Pablo Duarte Blv., a esquina 189, en el corazón del alto Manhattan y saludó con las manos en alto a su público, a quienes lanzó “besos” y regaló amplias sonrisas. Al continuar su marcha al interior del local, visiblemente emocionado, cuando me pasaba justo al frente exclamó “wau” y en español dijo, cito: “Este es mi barrio, aquí nací y crecí”. De ahí en adelante procedió a saludar a los niños que con ansias lo esperaban. Al presenciar este nuevo comportamiento de esa gran figura pregunto, ¿Se trata de un cambio de personalidad o de una estrategia de la organización de los Yankees? Lo cierto es que los dominicanos y los latinos vivieron a principio de esta semana a su ídolo del béisbol, quien con creces contestó la algarabía que predominó durante su visita al alto Manhattan. Respeta los jonronerosAlex Rodríguez asistió al restaurante Caridad atendiendo a una invitación de su propietario Miguel Montás, quien lo homenajeó en honor a cientos de niños dominicanos que juegan béisbol en el alto Manhattan. Cuando se dirigió a la prensa dijo “de ahora en adelante cada cuadrangular que dispare tiene un significado especial porque lo coloca al lado de una gran figura del béisbol”. “Con mi jonrón 587 le pase a una figura como Frank Robinson, algo extraordinario”. Cuatro horas después del acto disparaba el jonrón 588 y la noche del miércoles el 589 que lo colocó a 11 de los 600 y 20 de Sammy Sosa. Alex refiriéndose a este aspecto dijo. Cito: “Ahora sigo a Sammy Sosa, un compatriota a quien quiero y respeto mucho”. “Cada cuadrangular de ahora en adelante tendrá dimensiones extraordinarias y diferentes porque superaré a los hombres más grandes del béisbol de las Grandes Ligas”, cierro la cita. Ellos son Barry Bonds (762), Hank Aaron (755), Babe Ruth (714), Willie Mays (660), Ken Griffey Jr. (630) y Sammy Sosa (609). El dominicano sólo necesita salud y suerte para convertirse en algunos años en el “Señor Jonrón” del béisbol de Grandes Ligas. Hanley: Cuidado con eso. Para mí la escaramuza entre el dominicano Hanley Ramírez, campocorto, y el dirigente Fredi González, de los Marlins de La Florida, luego de que el torpedero fuera enviado al clubhouse el lunes en el segundo inning por una acción que el manager cubano calificó como “falta de esfuerzo’’, tiene un solo perdedor. A través de la historia del béisbol “todo jugador, por estrella que sea, que tiene mal comportamiento y, sobretodo, irrespeta a su dirigente termina manchado con tinta china”. Y, no solamente eso, sino que el pelotero que actúa como lo está haciendo Hanley Ramírez, no sólo irrespeta al manager, sino también a sus compañeros de equipo, a sus ejecutivos, al béisbol y, por último que es lo más grave, al fanático. ¡Esto es así aunque se haya excusado!