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TRIPLE TEAM

La insistencia con un coach extranjero en la selección

Aunque no se ha confirmado por las vías institucionales del departamento de relaciones públicas y prensa de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal), se da como un hecho que Eric Musselman, ex Golden State y ex Sacramento, será el próximo entrenador en jefe de la selección nacional dominicana. El equipo nacional enfrenta serios compromisos en el mes de julio con la realización en el país del Torneo Centroamericano y del Caribe de Baloncesto (Centrobasket), a principios del citado mes, y de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Puerto Rico, un par de semanas después. Se dice, todavía sin confirmar por parte de la Fedombal, que Musselman estaría arribando al país junto a un cuerpo de asistentes de su afinidad unas tres semanas antes del inicio del Centrobasket. Y nueva vez se apresta la Federación a, con el tiempo encima, comenzar un proceso de experimentación cuando, lo más lógico, es ir “a lo seguro” dadas las condiciones en que tendrá que prepararse al equipo. Sin experienciaMusselman ha estado trabajando a nivel de la NBA y la NCAA, así como en algunas cadenas de televisión como analista. Además le fue propuesto dirigir un equipo en Rusia, lo que no aceptó y tiene a su cargo algunos campamentos de verano en los Estados Unidos. Pero en su curriculum no aparece ningún contacto con el baloncesto internacional, el que si tuvieron Julio Toro (2009), Scott Roth (2008, 2007) y Keith Smart (2005). Sin embargo, todos los citados terminaron de una u otra manera, en fracaso o con diferencias con los federados dominicanos. Toro tiene toda la experiencia, pero no honró su trabajo al hacerlo “a control remoto” y a la carrera. Roth y Smart, ambos fruto del sistema norteamericano, son fieles a los lineamientos de ese baloncesto que, hasta con jugadores de la NBA ha sucumbido ante equipos bien preparados y entrenados en el basket internacional. Mas la federación se mantiene empecinada en la contratación, año tras año, de un coach extranjero, sin un plan a largo plazo, saltando de un lado a otro sin una programación definida y yendo de un extremo a otro en las personas a cargo de la confección del equipo desde el punto de vista técnico. Sin conocer la competencia, la forma de juego y ni siquiera a los jugadores que va a dirigir es poco lo que Musselman pueda aportar en el poco tiempo que tendrá para entrenar a la selección nacional. Mientras los “vecinos pobres”, los entrenadores criollos, jóvenes y veteranos, seguirán a la saga pese a su reconocida calidad tanto dentro como fuera del país.

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