Los jonrones bajo presión

El batazo de jonrón es la máxima expresión de la ofensiva en el béisbol. Siempre provoca emoción en la multitud no importa la circunstancia en que ocurra. No obstante su importancia tiene muchos niveles y no es lo mismo si se conecta con un marcador alejado que cuando es lo contrario, sobre todo si ya el juego ha entrado en la parte final. Treinta bateadores en la campaña de liga mayor del año pasado dispararon un mínimo de treinta cuadrangulares y solo diez de ellos lograron más de un 15% de esos batazos con el juego bajo presión. A pesar del liderato de Albert Pujols apenas cinco de sus 47 jonrones fueron en una situación de ese tipo. En cantidad encabezó Mark Reynolds con diez de un total de 44 para un formidable 22.7%, pero en promedio el líder fue Alex Rodríguez que alcanzó ocho de treinta para un excelente 26.7%. A ellos dos le siguió con 19.4% Jayson Werth y la elite fue completada por Michael Cuddyer 18.8%, Evan Longoria 18.2% y Ryan Howard 17.8%. Entre 15-17% estuvieron Jason Bay 16.7%, Chase Utley y Andre Ethier 16.1% y finalmente Mark Teixeira 15.4%. Resalta que en ese grupo de productores de jonrones de calidad tres fueron parte de la alineación de los Filis, Werth, Howard y Utley. Además de Pujols y Rodríguez, los otros dominicanos con treinta o más cuadrangulares fueron Carlos Peña (39) y Nelson Cruz (33), ambos apenas consiguieron tres en el “clutch”. Analizada la actuación ofensiva de David Ortiz desde ese punto de vista se revela que su decadencia ofensiva viene desde 2007. Ese año tuvo promedios de .332/.445/.621 con 35 jonrones y 117 remolcadas, pero en situaciones bajo presión donde había brillado con más intensidad descendió a .263 de porcentaje ofensivo con un solitario cuadrangular. En los dos años previos a ese “Big Papi” había encabezado las ligas mayores con once jonrones en el “clutch”. Del 2003 al 2006 Ortiz había logrado promedio .322 y 33 jonrones en 307 turnos bajo presión y en los pasados tres años esas cifras descendieron a .208-5 en 212 veces.