EDITORIAL
Sin educación excelente no hay progreso
Desde hoy y hasta el próximo viernes, más de 85,000 estudiantes de nivel secundario se someterán a las Pruebas Nacionales para medir cuánto han asimilado de los contenidos impartidos durante el año escolar.
El sábado y el domingo, estas pruebas serán administradas a los adultos de educación media, tanto a los que cursan actualmente como a aquellos que tienen materias pendientes de convocatorias anteriores.
Estas evaluaciones fueron concebidas para medir el nivel de aprendizaje, pero en la práctica se han convertido más en un trámite que en un verdadero diagnóstico educativo.
En sus inicios, las Pruebas Nacionales generaron un nivel de estrés tan alto que llegaron a registrarse suicidios de estudiantes.
También hubo casos de fraudes masivos por la venta anticipada de los exámenes y sus respuestas, lo que debilitó su credibilidad.
Tal fue el grado de descrédito que, en algún momento, autoridades del sector llegaron a decir que las pruebas no eran relevantes para pasar de grado.
Es cierto que la calidad de la educación no se define exclusivamente por un examen, pero este tipo de evaluación sigue ofreciendo indicios útiles sobre el nivel de aprendizaje alcanzado.
Lo que se requiere ahora es que autoridades, maestros y estudiantes asuman este proceso con serenidad y con la firme intención de demostrarle al país cómo está avanzando realmente la educación.
Si los resultados reflejan que un porcentaje significativo de estudiantes no logró aprender lo que se les intentó enseñar, será imprescindible revisar con seriedad la calidad docente, los métodos aplicados y los recursos disponibles.
De lo que no puede haber dudas es que el país necesita una educación de calidad: con maestros en constante formación, escuelas dignas y bien equipadas, entornos seguros y oportunidades reales para aprender y progresar.
Si la República Dominicana quiere avanzar, deberá hacerlo sobre la base de una educación excelente que eleve talentos y se convierta en motor de desarrollo.
¡Adelante, estudiantes! Vayan a las pruebas y déjennos ver cuánto han aprendido.