Agradecidos de la Altagracia
Los dominicanos celebran hoy con júbilo el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, una doncella escogida por Dios para redimir del pecado a la humanidad que había creado a partir de Adán y Eva.
Por ella vino al mundo Jesús, el hijo de Dios, quien simboliza la alianza nueva y eterna del padre con sus rebaños.
La Altagracia es la madre protectora del pueblo dominicano, una virgen venerada y a la que llueven peticiones de todo tipo, y a la que los cristianos agradecen casi con igual devoción que al mismo Dios.
Para celebrar su día y para agradecerle, los devotos a ella van a sus santuarios por millares, especialmente a la basílica de Higüey.
Lo que se espera es que en esos desplazamientos las personas se comporten con sobriedad, sin excesos de velocidad, sin intoxicaciones alcohólicas ni reyertas, para que la fiesta no se convierta en tragedia.
Este 21 de enero encuentra al pueblo dominicano ante retos importantes como el recrudecimiento de los apagones, serios problemas de congestionamiento de tránsito, alza de precios de alimentos y medicamentos.
También se han aumentado tasas como los peajes que en casos de empleados que viven en ciudades satélites y trabajan en la capital, representan una sangría significativa de sus estancados salarios.
La celebración es propicia para que las autoridades dominicanas, con su fe en la Virgen de la Altagracia, potencien sus esfuerzos para hacer frente a aquellos retos y las personas puedan mejorar su condición.
Esperamos que como siempre, en los momentos más cruciales, la virgen robustezca nuestra fe y nos ayude a encontrar caminos para vivir su gracia con amor, abundancia y compasión.
