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EDITORIAL

Fumiguemos el país

El país debe estar mejor preparado, en términos de medidas preventivas eficaces, para la inminente aparición del virus de la chikungunya, tan fuerte y contagioso como el dengue.

Como se transmite por la picadura del mismo mosquito que propaga el dengue, el Aedes Egipto, a este vector hay que atacarlo en sus áreas de incubación, como las aguas acumuladas, o en el aire, para contener su reproducción.

Y, en ambos escenarios, la fumigación con insecticidas no debería descartarse.

De hecho, las brigadas sanitarias han aplicado este método para combatir el dengue conjuntamente con otras medidas, como incentivar la eliminación de sus criaderos.

El dengue viene causando estragos en el país desde el año pasado, cuando el número de casos (más de 8 mil) incrementó en un 300 por ciento los indicadores de la enfermedad en relación con el 2021.

Desde entonces, ha habido una intensa campaña de orientación para que los ciudadanos eviten conservar agua en recipientes en el exterior, como tanques, botellas o maceteros, mientras que la fumigación ayuda a disminuir la cantidad de mosquitos en el aire.

Ese riesgo persiste y es preocupante que los barrios de la capital estén reportando, en estos días, una inusitada presencia de mosquitos.

La fumigación, por tanto, puede hacerse a primera hora de la mañana o al final de la tarde, según aconsejan los especialistas.

Aunque no es del todo la solución, es parte decisiva en el esfuerzo preventivo, por lo que las autoridades deberían contemplar una jornada amplia de fumigación en todas las ciudades.

Eso se hizo cuando apareció el COVID y se ha estado haciendo, en casos focalizados, en las jornadas de combate del dengue y de otros virus, como el cólera.

Así que manos a la obra para cerrarle el paso a la chikungunya, cuya aparición como brote no se descarta.

Let's disinfect the country

The country must be better prepared, in terms of effective preventive measures, for the imminent appearance of the chikungunya virus, as strong and contagious as dengue.

As it is transmitted by the bite of the same mosquito that spreads dengue, the Aedes aegypti, this vector must be attacked in its incubation areas, such as accumulated water, or in the air, to contain its reproduction.

And, in both scenarios, insecticide spraying should not be ruled out.

In fact, the health brigades have applied this method to combat dengue along with other measures, such as encouraging the elimination of its breeding sites.

Dengue has been wreaking havoc in the country since last year, when the number of cases (more than 8,000) increased the indicators of the disease by 300 percent compared to 2021.

Since then, there has been an intense orientation campaign for citizens to avoid keeping water in outdoor containers, such as tanks, bottles or flowerpots, while spraying helps reduce the number of mosquitoes in the air.

This risk persists and it is worrying that the neighborhoods of the capital are reporting, these days, an unusual presence of mosquitoes.

Fumigation, therefore, can be done first thing in the morning or at the end of the afternoon, as advised by specialists.

Although it is not entirely the solution, it is a decisive part of the preventive effort, which is why the authorities should consider a broad day of fumigation in all cities.

This was done when the Covid appeared and it has been done, in targeted cases, in the days of combating dengue and other viruses, such as cholera.

So let's get to work to block the way for chikungunya, whose appearance as an outbreak is not ruled out.

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