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Una señal de alerta

En forma progresiva, las enfermedades cardiovasculares están acabando temprano con la vida de muchos jóvenes dominicanos.

Y en la medida en que la parca se mueve libre entre ellos, el país sigue siendo uno de los cuatro líderes en mortalidad del área del Caribe.

Estas lúgubres estadísticas deberían poner en alerta a toda la sociedad para que enfrentemos seriamente esta realidad.

Las causas de esta alta mortalidad son el abuso del alcohol, de sustancias nocivas, el sedentarismo, el estrés y las comidas rápidas.

Así lo ha descrito doctor César Herrera, director del Centro Cardiovascular de CEDIMAT.

Frente a los riesgos que amenazan a la población es necesario extremar las medidas preventivas para contener esa tendencia.

En primer lugar, hay que ampliar la labor de educación sanitaria, vigilar eficazmente la calidad de los medicamentos para evitar falsificación y dotar los hospitales de equipos y personal especializado.

Por igual, el Colegio Médico Dominicano debe instruir a todos los doctores para que extremen el cuidado en la consulta, tratamiento y seguimiento de los pacientes para controlar las enfermedades cardiovasculares.

Parte importante corresponde a las Aseguradoras de Riesgos de Salud, que deben brindar un amplio abanico de prevención y orientación para evitar que las personas caigan en la condición de pacientes.

Es hora, pues, de prestar atención y tomar acciones para revertir la tendencia de enfermar y morir por afecciones que se pueden prevenir.

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