Con la salud no se juega
La diabetes, las fallas cardiovasculares, los cánceres, hipertensión y otras enfermedades de alto riesgo, están comprometiendo seriamente la salud de la juventud dominicana.
Parece que en este país estamos jugando con la salud, permitiendo que prácticas peligrosas, como el consumo de esteroides anabólicos, drogas ilegales y comidas chatarras, se generalicen sin control de las autoridades.
La tendencia a la vida sedentaria, que atrapa a jóvenes adictos a juegos electrónicos, mal alimentados e insomnes, avanza en paralelo a la de aquellos que extreman la práctica de ejercicios en gimnasios, procurando exuberantes masas musculares.
O las de aquellos que se inyectan tintas no certificadas para hacerse tatuajes, los que inhalan sustancias dañinas en el “vapeo”, y los que inventan con el uso de la insulina y las infusiones o tés de hojas naturales como remedios.
Los institutos de la Diabetes, de Cardiología y de Dermatología, tienen tiempo sonando las alarmas frente a estos descuidos con la salud ya que año tras año ven cómo aumentan los registros de pacientes jóvenes en sus salas de consultas.
Bajo la pandemia del Covid, unos 82,167 jóvenes menores de veinte años resultaron contagiados. Del total de 4,384 muertes, hasta hoy, el 24.6 por ciento presentaba signos de hipertensión arterial y el 15.9 por ciento de diabetes.
Los especialistas coinciden en que el mayor peligro está en los anabólicos, usados en pastillas, inyecciones, geles o cremas, que provocan numerosas secuelas, como daños en el hígado o el riñón, en el corazón, masculinización de mujeres y viceversa.
La sociedad, pero sobre todo el Ministerio de Salud Pública, debe preocuparse más por este fenómeno, pues es la generación del presente y el futuro la que está amenazada.