A Sosúa le llegó su hora
Desde hace muchos años, la playa Sosúa ha sido una especie de cabaret público.
Las imágenes que se proyectan en las redes hacia el exterior le imprimen esa connotación, como si se tratara de uno de los paraísos sexuales en el Caribe.
La prostitución, la arrabalización de su playa y el consumo de drogas la fueron degradando como seguro y promisorio destino turístico.
Treinta años después, el gobierno ha decidido a ir en su rescate.
Ha dispuesto de una inversión de 600 millones de pesos para recuperar la playa de tanta sedimentación y reubicar en modernas y atractivas instalaciones a los negocios allí instalados.
En esa tarea de recuperación y remodelación se cuenta también con un sustancial aporte financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.
El Ministerio de Turismo, que lidera ese y otros proyectos de hermoseamiento de playas, formalizó ayer los acuerdos con los operadores de negocios, y las obras de rescate comenzarán de inmediato.
Sosúa tendrá un antes y un después.
Valía la pena, pues los mismos munícipes y entidades y autoridades de la provincia de Puerto Plata, así lo reclamaban y lo esperaban.
A Sosúa, por fin, le llegó su hora