Dos años en inútil espera
A una semana de haber estrenado su presidencia, Luis Abinader enfrentó un reto inesperado: una tormenta tropical descargó sus furias sobre la isla, causando gran mortandad y daños.
Laura inundó pueblos, arrasó cultivos, deterioró y tumbó viviendas y dejó un saldo de más de doce muertes aquí y en Haití.
Los primeros actos del Presidente fueron visitar el 23 de agosto de 2020 a las familias de la cañada de La Yuca, en el sector Los Ríos, y al día siguiente a Pedernales y otras zonas fronterizas castigadas por las lluvias y los fuertes vientos.
En Los Ríos prometió reparar las viviendas afectadas y reubicar a algunas familias que, para entonces, vivían cerca de ríos y cañadas tanto en la capital como en San Cristóbal, San Francisco de Macorís y La Vega.
Once familias de Los Ríos se han quedado esperando el cumplimiento de las primeras promesas del Presidente.
Y ahora, dos años después, siguen ilusionadas con la idea de tener sus casas nuevas porque las que habitan desde entonces permanecen en frágil estado.
La desalentadora noticia que han recibido del Ministerio de Vivienda es que a final de año o principios del 2023, iniciarán los trámites de una licitación para construir los once apartamentos en un terreno en el mismo sector.
Es decir, que todavía no hay nada seguro.
Frente a esta evidente inconsecuencia, cabe la pregunta:
¿Cómo es posible que siendo la primera promesa formal del Presidente hayan pasado dos años sin materializarse?