Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Con el espíritu de Capotillo

El 16 de agosto de 1863, un puñado de patriotas dominicanos inició la guerra más justa y sacrificada para restaurar la Independencia Nacional. Dos años después, el formidable ejército colonial español capituló ante la masa de combatientes forrados de ideas redentoras, pericia, creatividad militar, firmeza y arrojo en las batallas. El triunfo de los restauradores significó una derrota aleccionadora al colonialismo europeo y un serio revés para los dominicanos de espíritu entreguista, una estirpe nociva que dejó algunos remanentes hasta nuestros días. Aunque el país sufrió otras agresiones militares y saqueo de recursos por parte de potencias extranjeras, el espíritu de Capotillo siempre ha acompañado a los mejores dominicanos en sus luchas de resistencia para preservar la soberanía nacional. En estos momentos, no tenemos amenaza militar de potencia extranjera alguna, ni luchas internas en la manigua que socaven la estabilidad. Pero sí pende en forma grave sobre nuestra sociedad el dramático estado de descalabro de Haití, tomado por la delincuencia armada, el colapso de su producción, su condición desértica y la ausencia de poderes para imponer orden. Por más que los dominicanos clamamos al mundo que venga en auxilio de Haití para desarmar a esas peligrosas bandas y crear condiciones para que la gente trabaje y estudie, las potencias se hacen las sordas. Así como los haitianos armaron y avituallaron a las primeras tropas que entraron desde su territorio al país por Capotillo para restaurar la Patria envilecida, nos corresponde a nosotros, ahora, seguir reclamando acción en favor de la estabilidad de Haití para que no zozobre la isla. Haití no puede seguir siendo un motivo de ‘ayuda’ para que logreros internacionales hagan fortuna a costa de su desgracia, pero tampoco una nación de pordioseros que ven una salida trotando hacia el occidente de la isla. Estamos condenados a vivir eternamente vigilantes para que, ante toda amenaza, el espíritu de Capotillo cabalgue con tesón restaurador frente a cualquier peligro contra nuestra integridad como nación libre, independiente y soberana.

Tags relacionados