¡Justicia para esos criminales!

Puntual y certero, un severo golpe de las autoridades ha destruido una de las redes de trata de personas que esclavizaba sexualmente a 80 jóvenes extranjeras en el país.

Esa red mafiosa reclutaba a colombianas y venezolanas con la falsa promesa de que vendrían al país a trabajar con buenos sueldos.

Asoladas por el desempleo y sin recursos para viajar por cuenta propia, los proxenetas les daban el dinero para el traslado y su hospedaje temporal.

Y sobre la base de esa deuda, las esclavizaban y drogaban para venderlas como mercancía sexual.

Hasta donde se sabe, como esa hay varias más operando activamente en el país.

Estamos en presencia de un crimen trasnacional que, junto con el tráfico de drogas y el contrabando de armas, moviliza los mayores volúmenes de dinero sucio en el mundo.

Esto es inaceptable y amerita un serio esfuerzo de las autoridades, como el que acaban de hacer, para impedir que delincuentes internacionales redomados sigan embaucando a personas vulnerables para convertirlas en prostitutas o piezas de sus entramados delictivos.

El reto del ministerio público, con la ayuda activa de los organismos internacionales interesados en enfrentar esta práctica perversa, es el de doblegar a estas redes.

Hay que impedir, a toda costa, que el país sea un paraíso para la esclavitud sexual.

Y en esa línea, apoyamos que se declare una lucha abierta y frontal para llegar hasta las madrigueras de esos criminales, someterlos a la justicia y darles el castigo ejemplar que merecen.