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A la caza de empleos

Dos pandemias, la del Covid y la de la inflación, han traído fuerte devastación del empleo a nivel mundial limitando inclusive las oportunidades de crear, a gran escala, nuevos puestos aceptablemente remunerados.

Con el cierre de empresas privadas y los reenfoques de estrategias de las que se pudieron recuperar, los empleos parecen ser más selectivos.

Es decir, favorables a aquellos jóvenes salidos de politécnicos o universidades, capaces de operar las tecnologías que reemplazan los viejos modelos de trabajo.

Las economías que lograron un mejor nivel de recuperación, como la de Estados Unidos, permitió crear nueve millones de puestos de trabajo, especialmente en el sector privado, según The Wall Street Journal.

Pero ahora la inflación, enfrentada con severas subidas de las tasas de interés, podría poner en peligro estos logros si avanza en fase recesiva.

Lo mismo parece suceder en China, la otra gran economía mundial, donde el desempleo de los habitantes urbanos de 16 a 24 años ha alcanzado el récord de 10.3 por ciento, según la agencia Bloomberg.

Para los que parece menos gravoso el panorama es para cerca de doce millones de graduados universitarios que entrarán al mercado laboral en áreas especializadas y tecnificadas, aunque con salarios menos atractivos en el sector público.

La República Dominicana no escapa al fenómeno. El hecho de que en la Bolsa del Empleo se acumulan hoy 628,000 currículos de buscadores de empleos, de todas las edades, pero más que nada jóvenes bachilleres o universitarios, nos da una idea de la situación laboral.

Crear empleos de calidad y bien remunerados sería lo ideal. Pero ante la falta de pan, casabe. Los jóvenes buscan lo que sea para cristalizar sus expectativas de futuro. Y la economía no parece preparada para generar tantos empleos, sobre todo en medio de las coyunturas inflacionarias.

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