Esto hay que cortarlo de raíz
A la sociedad no le cabe más estupor frente a los repetidos episodios de desatención, rechazo o cobros anticipados a pacientes que acuden a clínicas u hospitales buscando atenciones de emergencia.
El problema ha llegado al clímax. La propia Iglesia católica y, en particular una de sus voces más altas, el obispo Jesús Castro Marte, se han pronunciado con amargo dejo de dolor sobre los inhumanos y abusivos comportamientos de médicos y centros de salud frente a los pacientes.
En el último Sermón de las 7 Palabras, durante la Semana Santa, el predicador dijo: “Confieso que he palpado muchas soledades y abandonos de hermanos y hermanas; enfermos que no tienen acceso digno a los centros de salud”, semejantes a los que la Madre Teresa llamó azotados en el dolor en clínicas y hospitales.
Monseñor Castro fue más directo y enérgico al calificar de indolente y abusivo el cobro de anticipos para atender emergencias e internar pacientes, lo que perjudica más que nada a gentes pobres o de clase media.
Listín Diario ha expuesto la realidad de este problema y está ahora a la expectativa de lo que decidirán las autoridades del sistema de seguridad social que estudian una fórmula para poner fin a esta práctica esencialmente mercantilista, por cuya culpa han muerto varios pacientes.
La persistencia de esta práctica, que se reputa de ilegal, desafía las promesas de las autoridades de brindar atenciones de salud, en emergencias u otras salas, a todos los ciudadanos, tal como manda la Constitución.
Con los últimos escándalos que han pasado, es hora de cortar de raíz este pernicioso estado de discriminación, negación de servicios de salud y deshumanización de trato que tanto indigna a la sociedad dominicana.