Que se elimine el cobro de los depósitos
Exigirles a los pacientes que acuden a un centro clínico que paguen un depósito para poder internarlos es un acto puramente mercantilista.
De costado, antepone el mandato de la Constitución de brindar atenciones de salud a los ciudadanos, sin que medien cortapisas de ningún género.
Y el cobro del anticipo es, de hecho, no solo una absurda cortapisa, sino el reflejo de los sesgos inhumanos que han ido degradando el sistema de salud del país.
Lo primero es lo primero y, en este escenario, salvar la vida o restaurar la salud de una persona que acude a las emergencias de un centro clínico u hospitalario, debe ser la prioridad, por encima de los intereses mercuriales.
Por eso nos parece muy atendible la idea de crear una ley que disponga un fondo de garantías, formulada por el jurista Enmanuel Esquea Guerrero, a fin de suprimir el cobro anticipado.
Se alimentaría de una suma que se le añadiría al seguro médico de los pacientes, de modo que el cobro de los diferenciales lo puedan hacer las clínicas a posteriori.
A esta propuesta, que ameritaría un estudio ponderado de su viabilidad y operatividad, la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales le ha puesto sus objeciones.
Lo que procede es que todos los sectores imbricados en el sistema de la seguridad social aborden este problema, que angustia y atormenta a millares de ciudadanos, y le busquen solución, rescatando la mística del sentido humanitario de los médicos y bajándole al espíritu de lucro que hoy predomina en las atenciones a la salud.