Sobrevivir, más que convivir

Al ser una variante capaz de infectar o reinfectar a los ya vacunados, la Ómicron está perturbando toda la razonable expectativa acerca de la factibilidad de la inmunidad de rebaño ante el Covid.

Originalmente se concibió la vacunación masiva como el factor de contra choque a la pandemia, bajo la presunción de que a mayor cantidad de inmunizados, menor sería la propagación del virus.

Pero la Ómicron desafía las teorías. Y aunque los síntomas que provoca en los vacunados no sean tan graves, faltaría por ver sus probables secuelas.

Los reportes médicos indican que los síntomas entre no vacunados son fuertes. De hecho, la mayor parte de los pacientes contagiados que están recluidos en clínicas y hospitales mostrando estados críticos, son no vacunados.

Probablemente esta realidad es la que está dando impulso en Israel y otros países a una nueva opción para la “inmunidad de rebaño”, dejando la cancha libre a las variantes para producir contagios, pese a todos los peligros que esto encierra.

Lo que se aprecia, en estos momentos, es una fuerte tendencia hacia el aumento de las hospitalizaciones en todo el mundo, lo que significa que las autoridades sanitarias dominicanas deben tener listo un plan de contingencia para responder a ella.

Nos preocupa que el nivel de contagios en pueblos y localidades pequeñas se torne inmanejable, ya que en esos lugares no disponemos de camas ni insumos suficientes como ocurre en el Gran Santo Domingo, Santiago y otras ciudades importantes.

Mientras no tengamos todas las capacidades para aplacar exitosamente la propagación del virus, las mejores armas seguirán siendo insistir en la inmunización, para que el Covid nos sea más leve, uso permanente de mascarillas y cero aglomeraciones.

Así es que podremos, más que convivir, sobrevivir.