REFLEXIONES DEL DIRECTOR
Los dos hemisferios de la Redacción
De la misma forma en que se estructura y funciona el cerebro humano, así es, casi al calco, el modelo de una redacción multimedia moderna.
Cuando el Listín era solo una plataforma compacta para editar el diario impreso, el estandar único de trabajo descansaba en el manejo de textos y gráficos para proyectar una noticia o comentario, convenientemente diagramados.
En la mejor época del periodismo impreso, las ediciones en tamaño standard o sábana superaban diariamente las 60 páginas, divididas en cuerpos separados para facilitar su lectura en base a los temas especializados, como deportes, economía, mundiales, entretenimientos y vida en sociedad.
Ahora todo es diferente. Tenemos menos páginas y el formato tabloide se convierte en un terreno de valor premium, donde lo que cabe es la calidad, la profundidad y la veracidad de una selecta elección de contenidos, no todo lo que llega con pretensión de ser “noticia”. Con la veloz transformación impulsada por las nuevas tecnologías, los diarios impresos casi sin excepción descompusieron la fórmula del hemisferio único y lo dividieron en dos, tal como existen en el cerebro, y así cobró vida propia el formato digital. El cordón umbilical entre ambos es, ahora, la mesa central de la Redacción, que a su vez debe manejar dos ritmos, dos lenguajes, dos flujos y dos culturas diferenciadas entre sí, pero concurrentes en el uso de las reglas del periodismo profesional.
Cada una con ejecutivos de mentalidades distintas pero nunca divorciadas de los parámetros del periodismo profesional. Hacer que coexistan es lograr el cerebro perfecto.
Las dos plataformas, impresa y digital, dependen de audiencias diferentes. Y también de contenidos diferentes. Un hemisferio ordena al otro, y viceversa. El digital se mueve a la más rápida velocidad informativa, usando recursos audiovisuales que no tiene el impreso, empleando textos breves coloquiales y actualizando a cada momento las noticias, especialmente las que más lectores siguen según los números que se registran en una pantalla electrónica segundo a segundo.
El impreso no se somete a este estrés informativo. Por el contrario, se planifica para represar todo el torrente informativo digital extrayendo los temas más palpitantes y relevantes, algo así como sacarle el jugo a una fruta, y convertirlos en una excelente pulpa noticiosa en modo de reportajes contextualizados,crónicas, análisis interpretativos y opiniones editoriales de expertos de fuera o de adentro.
En inglés
Directors Reflections November 28th, 2021 The two hemispheres of the Newsroom In the same way that the human brain is structured and functions, this is, almost in the same way, the model of a modern multimedia newsroom.
When the Listín was just a compact platform to edit the printed newspaper, the only work standard rested on the handling of texts and graphics to project a news item or comment, conveniently diagrammed.
In the best days of print journalism, standard-size or sheet-size editions exceeded 60 pages daily, divided into separate sections to facilitate reading based on specialized topics, such as sports, the economy, the world, entertainment, and life in society. Now everything is different.
We have fewer pages and the tabloid format becomes an area of premium value, where what counts is the quality, depth and veracity of a select choice of content, not everything that comes with the pretense of being “news”.
With the rapid transformation driven by new technologies, print newspapers almost without exception decomposed the formula of the single hemisphere and divided it in two, as it exists in the brain, and thus the digital format took on a life of its own. The umbilical cord between the two is now the central table of the Newsroom, which in turn must handle two rhythms, two languages, two flows and two cultures differentiated from each other, but concurrent in the use of the rules of professional journalism.
Each one with executives of different mentalities but never divorced from the parameters of professional journalism. To make them coexist is to achieve the perfect brain. The two platforms, print and digital, depend on different audiences. And also of different contents.
One hemisphere orders the other, and vice versa. Digital is moving at the fastest informative speed, using audiovisual resources that print does not have, using short colloquial texts and updating the news at all times, especially those that more readers follow according to the numbers that are registered on an electronic screen second by second. The print is not subjected to this informational stress.
On the contrary, it is planned to dam up the entire digital information torrent by extracting the most pulsating and relevant topics, something like getting the juice out of a fruit, and turning them into an excellent news pulp in the form of contextualized reports, chronicles, interpretive analysis and opinions. Editorials from insiders or outsiders.