Vayamos a la vacunación ambulante

La campaña de vacunación anti-Covid ha sido, hasta ahora, sin lugar a dudas innegablemente exitosa.

Solo falta un empujón final para alcanzar la meta de inocular al 70.6 por ciento de los mayores de edad.

Pero para llegar a ese punto sería ideal cambiar un poco el esquema actual de vacunación y convertirlo en ambulante.

Los núcleos residenciales que sirvieron como centros de vacunación en los primeros tres meses están reportando poco flujo, porque ya hemos alcanzado más de 2.5 millones de personas con la segunda dosis y más de 4.7 que se aplicaron la primera.

Hay que salir a buscar a los que faltan, aunque sea preciso utilizar autobuses o carpas mudables hacia zonas cuyos habitantes no tenían la posibilidad de acudir a los centros formales, por distancia o cualquier otra razón.

Ya se han aplicado 7.5 millones de dosis (primera y segunda), lo que indica que la prioridad es asegurar que los que faltan completen la dosificación ahora que tenemos las cantidades garantizadas para cubrirlos.

Solo cuando alcancemos el nivel apropiado de población para experimentar una inmunidad de rebaño podríamos pensar en una jornada de tercera dosis, que conllevaría un período casi similar al que hemos invertido en la actual campaña, que ya va por cuatro meses.