Semáforo en rojo

El aumento diario de los contagios, más de mil durante las últimas dos semanas, y la dramática escasez de camas para pacientes críticos, obligan ya a encender el semáforo rojo de la pandemia.

Un primer paso, en esa dirección, ha sido el de aplicar nuevas limitaciones y restricciones específicas en la gran metrópoli del país para aminorar la movilidad humana.

Otro lo ha sido la preocupante advertencia del Ministerio de Salud Pública de que diferentes variantes del coronavirus, en especial dos de ellas muy agresivas, la británica y la brasileña, circulan amenazantes en el territorio.

Con este mensaje se le está diciendo a la población que la posibilidad de contagio es mayor que antes y que se deben evitar los desplazamientos humanos entre ciudades y, preferiblemente, no visitar el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo en estos días.

Los expertos médicos que luchan día a día contra el virus presagian, en base a sus conocimientos, que la situación está a punto de tornarse más crítica y difícilmente manejable.

Este conjunto de realidades obliga al gobierno a poner ya el semáforo rojo de mayores restricciones a nivel nacional y a la ciudadanía en general a ser más comprensiva y cautelosa frente a este inminente contraataque del coronavirus.