Hookah y Covid, el dúo dinamita
A la pandemia del Covid le corteja la epidemia de la tuberculosis, tan contagiosa y potencialmente letal como la primera.
Pero los jóvenes, que son ahora los más susceptibles de contraer infecciones pulmonares por medio de la inhalación y expulsión de los vapores de hookah, no parecen estar midiendo estos peligros.
Resulta escandaloso que, solo en el primer trimestre de este año, la hookah haya sido la transmisora de la tuberculosis en un 75 por ciento de jóvenes que presentaron infecciones pulmonares a causa de la bacteria que la provoca.
Al ser un asesino invisible, porque va dañando los pulmones y otros órganos sin evidenciar sus síntomas, muchos jóvenes pueden ser vectores de contagio con solo toser, estornudar, hablar o cantar frente a otras personas.
Se sabe que, en ciertos ambientes sociales, fumar hookah y consumir drogas o alcohol, van de la mano. Esta es una combinación maldita si, en el escenario, también gravita el coronavirus.
Tal vez esta preocupante incidencia de tuberculosis por causa de hookah tenga alguna relación con el número de jóvenes menores de 20 años ( más de 27,000) que han sido registrados como infectados de Covid a lo largo de la pandemia.
De todos modos, las estadísticas del primer trimestre hablan por sí mismas. Es preciso, entonces, que las autoridades de Salud Pública acompañen su campaña de lucha contra el Covid agregando advertencias de peligro sobre la hookah.
No sonará bien, pero la hookah en este contexto pandémico y epidémico, es mortal. Que lo sepan los alegres y descuidados vapeadores.