China, lo que otros no hicieron

China ha salvado el proceso de vacunación anti-Covid en el país, haciendo expeditas la venta y despacho de casi dos millones de biológicos en un corto plazo y en medio de un inhumano acaparamiento de las mismas.

El valor de estas facilidades radica en el hecho de que, al tratarse de una crisis en la que está en juego la seguridad sanitaria del país, la vacunación constituía un asunto de vida o muerte. Pese a que nuestro país pagó por adelantado, el año pasado, la adquisición de vacunas con empresas de naciones que se reputan como aliadas tradicionales de la República Dominicana, estas han incumplido sus compromisos.

Hasta el día de hoy.

China, en cambio, en tiempo récord no solo reservó y aseguró las dosis necesarias para la arrancada, sino que ha entregado dos lotes voluminosos que permiten salvar el crucial proceso de la vacunación.

Inmunizar a tiempo y masivamente a la población era una tarea impostergable y urgente para el gobierno dominicano, que ha tenido que buscar recursos millonarios, en distintas fuentes, para no fracasar en este reto.

Es de justicia reconocer que China actuó con sentido de solidaridad en medio de la peor amenaza a la salud y la vida por culpa de la pandemia y que sus vacunas, probadas como eficaces, garantizarán los objetivos supremos de salvar del contagio y de la muerte a millones de dominicanos.