EDITORIAL
La Ciudad Colonial es nuestra joya
Con tantas reliquias históricas concentradas en una misma zona, la mayoría de ellas consideradas primacías de América, la Ciudad Colonial es una joya turística.
Las ciudades más viejas del Nuevo Mundo, blasonadas por esta rica herencia de la arquitectura y el arte urbano, cuidan y aprecian este patrimonio como atractivas palancas del turismo.
La nuestra va por ese camino desde hace algún tiempo, cuando comenzó el lento proceso de revalorización de calles, plazas, antiguas casonas y monumentos religiosos e históricos.
Ahora, con el liderazgo del Ministerio de Turismo y la Alcaldía del Distrito Nacional, el proceso toma fuerza al anunciarse una inversión de 90 millones de dólares para rescatar y embellecer esa zona.
Según el presidente Luis Abinader, la aspiración es convertirla en “la mejor ciudad colonial de toda Latinoamérica“, una apuesta de gran calado no solo para visitantes extranjeros, sino para el sano deleite de los residentes en la capital y en otras ciudades del país.
En la medida en que se adecenta y se embellece una zona que está considerada Patrimonio Histórico de la Humanidad, en esa misma proporción hay que esperar que sus vecindades cambien de imagen a igual compás.
Tenemos que hacer de Santo Domingo una metrópolis sana, hermosa y vivible. Y al gobierno del presidente Abinader hay que apoyarlo en esta iniciativa, porque la ciudad es de todos nosotros.