Opinión

REFLEXIONES DEL DIRECTOR

Cambiando de forma, mas no de fondo

Cuando los teléfonos inteligentes se convirtieron en el todo-terreno de las comunicaciones, la industria de las cámaras fotográficas palideció y parecía que iba en camino al museo de las reliquias de la pre-modernidad.

Los teléfonos inteligentes, con sus cámaras integradas que reemplazaban los tradicionales modelos que existieron desde su invención en el 1816, pusieron en peligro la utilidad de esos equipos y hasta de los fotógrafos profesionales.

Tanto así que un diario norteamericano despidió de golpe a todos sus reporteros gráficos, y le confió su mision a los redactores, a quienes proveyó de teléfonos inteligentes.

Naturalmente no fue una decisión venturosa, porque la calidad y la precisión de un profesional de la fotografía nada la sustituye.

Pese al horizonte sombrío de la cámara fotográfica tradicional, los fabricantes, en lugar de rendirse, se reinventaron. Y es así como han producido excelentes modelos que combinan las tomas de imágenes quietas como en movimiento, como lo permiten los teléfonos inteligentes, con la capacidad de transmitirlas directamente a distancia, así como también lo hacen los smartphones con internet.

El producto original se hizo más versátil, más insuperable y reconquistó su espacio indisputable en el mercado.

Este debe ser un patrón de ejemplo para la prensa impresa en estos tiempos en que luce amenazada por el predominio de las tecnologías digitales.

Lo decisivo es imponer una nueva versatilidad de sus contenidos y fortalecer su natural robustez, ofreciendo al público un producto tan insuperable como el de las nuevas cámaras fotográficas y asumiendo que el periodismo ha cambiado de formas, más no de fondo.

Versión en inglés de las Reflexiones

Changing shapes, not the background

When smartphones became the all-rounder of communications, the camera industry paled and it looked like it was already being left stranded at the museum of pre-modern relics.

Smart phones, with their respective integrated cameras that are every time more meant to replace traditional models that have existed since their invention back in 1816, jeopardized the usefulness of these devices and even that of professional photographers.

So much that an American newspaper decided to abruptly fire each and every one of its photojournalists, then entrusting that mission to the editors, whom were provided with smartphones.

Naturally, that wasn't a successful decision, because the precision and exhaustive dedication of a professional photographer cannot really be replaced by anything.

Despite the gloomy horizon of the traditional camera, manufacturers, instead of giving up, reinvented themselves. And that's how they've produced excellent models that combine still and moving images, as smartphones allow, with the ability to broadcast them from distance, just like smartphones do.

The original product became more versatile, more insurmountable and reclaimed its indisputable space on the market.

This should be a prime example for the printed press, especially in these times when it seems to be even more threatened by the digital technologies and their predominance.

The decision is to impose the versatility of its contents and strengthen its natural robustness, offering the public a product as "unbeatable" as that of the new cameras and assuming that journalism has changed in forms, not in substance.

- Translated from Spanish by Randy Rodriguez.

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