De camino hacia la catástrofe
De tanto dilatar la aplicación de una cuarentena total, por más incómoda y sufriente que sea, vamos camino hacia un desastre en términos de pérdidas humanas y descalabro del sistema sanitario por causa del coronavirus.
Ha sido con paños tibios que hemos enfrentado la amenaza, cuando era solo amenaza, y así ha continuado hasta ahora cuando la realidad nos da en la cara con su creciente carga de muertes y contagiados cada día.
Sea porque la avalancha del virus nos despertó de golpe o porque el populismo electoral se negaba a ceder mientras todo el mundo columbraba el peligro al doblar de la esquina, lo cierto es que ya no tenemos más remedio que dar un golpe de timón a nuestra estrategia de combate.
Al presidente Danilo Medina le decimos,francamente: apriete ya la tuerca de las restricciones. Imponga lo que la comunidad científica recomienda, que es la cuarentena total, de manera que esta sea la base que garantice el real distanciamiento social, punto de partida para un mejor control de la situación.
Es una decisión dolorosa. Pero hay que tomarla para que mañana no tengamos que lamentarnos de la pila de vidas que no pudimos salvar por permitir las cherchas callejeras en toques de queda que no se respetan, o la aglomeración de personas en distintos ambientes, como si nada estuviese pasando.
Los mecanismos de aplicación de pruebas rápidas, gratuitas y masivas, se han quedado rezagados. Muchas energías se gastan inútilmente en esfuerzos electoralistas y acciones de corte populista, cuando la prioridad es mantener a toda la población en confinamiento obligatorio.
Ni la economía ni el turismo podemos salvar ya en medio de esta fase agresiva de la pandemia. Esa tarea, dura como la de enfrentar la mortandad causada por el virus,tendrá su momento.
Por eso apelamos a la capacidad del Presidente de la República, investido de autoridad para hacer cumplir estas inevitables medidas durante el estado de emergencia, a fin de que disponga de los recursos a su alcance para que cortando por lo sano, curemos al país.
Si el gobierno no está dispuesto a confinar a la población durante los dias en que luce previsible la progresión de la curva de fallecidos y contagiados, pues que desde ahora los municipios preparen crematorios o fosas comunes porque la red de clínicas y hospitales no tienen capacidad para atender apropiadamente a millares de pacientes en línea, desesperados por dar aire a sus pulmones o combatir los síntomas con los medicamentos apropiados.
La orden tajante es “quédate en casa”, no es “quédate en chercha “.