Coronavirus ¿Cuál es el plan?

Con cinco casos confirmados de coronavirus en pacientes que estuvieron en Europa y decenas de personas en observación es poco lo que falta para que ese germen maligno circule con gran calado en nuestro país.

Por el patrón de expansión que ha mostrado esta epidemia, nadie duda que estemos ya a las puertas de sus inevitables impactos, que habrán de ser, como ya se ha visto en otras naciones, altamente lesivos a la salud humana y a la economía.

Al país hay que prepararlo para las medidas extremas de contención o mitigación, las mismas que están asumiendo otros países cuando el número de casos, sean o no importados, crece progresivamente cada día.

Que no haya reservas en hablarle al pueblo con la franqueza y la seriedad que es imprescindible para que esta epidemia no nos coja desprevenidos. No se trata de crear temores infundados, porque lo cierto es que el peligro está latente y no podemos ignorarlo ni esquivarlo tan fácil.

No debemos esperar que el peor escenario se implante de repente para tener listo un plan de contingencia que implique limitar la movilidad de los ciudadanos, suspender temporalmente algunas actividades y crear suficientes espacios para el aislamiento de las personas que den positivo al virus.

Es toda la humanidad, y nosotros no somos ajenos a ella, la que está siendo sometida a estos sacrificios en aras de preservar vidas, al costo que sea. Y ya es tarde para calcular si hubo o no razones para la alarma.

Cuqui Córdova, inmortal

Dios lo privilegió con una larga vida de 90 años y él lo retribuyó con un extenso legajo de servicios a la sociedad y, en especial, al desarrollo de los deportes en el país.

Cuqui Córdova, historiador por excelencia de la actividad deportiva nacional, columnista por décadas del LISTÍN DIARIO, ha partido de este mundo dejando una huella indeleble de jovialidad y simpatía entre todos los que lo conocieron y trataron.

Los miembros de la Redacción de este diario extrañarán mucho, desde ahora, sus rutinarias visitas, su exquisito trato y sus anécdotas, y lo recordarán como un gran consejero y amigo.

Paz a su alma y nuestras más sentidas condolencias a toda su familia.