¡A cumplir las medidas preventivas!

Están muy bien definidas las medidas elementales de precaución que han de aplicarse, de modo individual y comunitario, para minimizar en el país los riesgos de la epidemia del coronavirus. Nunca es tarde para prevenir, sobre todo en circunstancias en que aún la humanidad no dispone de vacunas contra el nuevo virus que ya se ha cobrado la vida de más de 3,000 personas en el mundo y sigue expandiéndose.

A los feligreses católicos se les ha dispensado de cumplir con el significativo abrazo de la paz en las eucaristías, a fin de evitar los contactos corporales, y a los adultos mayores se les está recomendando que permanezcan en sus hogares y evitar los espacios públicos donde se congrega mucha gente.

Los que visitan a los presos e internos, en cárceles, clínicas u hospitales, también deberán someterse a nuevas medidas de restricción, en tanto que el Ministerio de Educación ha aprobado un conjunto de disposiciones para proteger a los alumnos en los centros públicos y privados.

Las grandes galerías comerciales están esparciendo limpiadores de ambiente y facilitando a sus clientes el aseo de las manos mientras el sistema de autobuses públicos también aplica medidas de higiene en el interior de los vehículos, una iniciativa que también deben adoptar los sindicatos de guaguas.

Si la población se somete a estas disciplinas, el país estará más blindado, aunque no exento, de lidiar con este virus de fácil transmisión y expansión, sobre todo entre la población más vulnerable que es la de los adultos mayores.

Esta es una hora de unidad para la acción preventiva y los dominicanos deben poner su granito de arena en esta cruzada por la vida y por la salud y hasta por la estabilidad de la economía, que ya vemos cómo se ha resentido a nivel mundial por culpa de la epidemia del coronavirus.