Fructíferas investigaciones universitarias
Las investigaciones científicas que han llevado a cabo algunas universidades dominicanas han comenzado a dar excelentes frutos, tanto en forma de descubrimientos como de fórmulas y aplicaciones llamadas a favorecer la calidad de vida de los humanos.
El hallazgo de una molécula en una planta nativa que ayuda a curar distintos tipos de cáncer, según las pruebas preliminares, ha sido un rotundo éxito de los investigadores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
A este le sigue, ahora, el de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, con el descubrimiento de un minúsculo material de carbono que tiene alto potencial en la nanomedicina, la nanoelectrónica y la computación cuántica, para la fabricación de una serie de dispositivos tecnológicos.
Con anterioridad, investigadores de esa misma universidad culminaron exitosamente una innovadora fórmula para crear una piel humana artificial, la cual se utiliza ya en un banco de piel y tejidos que funciona en el hospital Arturo Grullón, de Santiago, contribuyendo a minimizar los daños y hasta evitar la muerte causada por quemaduras de primer y segundo grados.
La Universidad Iberoamericana también patentizó recientemente un dispositivo odontológico que da mayor protección a la estructura dental, mientras que el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) patentizó un catalizador de calentamiento en motores de combustión interna, una novedad mundial.
Estos resultados demuestran que el país está prestando atención y dando prioridad, a nivel universitario, al financiamiento de las investigaciones en distintos campos.
Se calcula que las inversiones, patrocinadas por el Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico y el sector privado, han sido superiores a los mil millones de pesos en los últimos cinco años.
Producto de este fuerte estímulo, nuestros investigadores universitarios han cumplido 713 proyectos, de los cuales han salido importantes aportes para aplicaciones de tecnologías de la vida moderna, la calidad de productos alimenticios, la salud y las demás ciencias.
Hay que aplaudir el esmero y la perseverancia con que nuestras universidades promueven estas investigaciones y el Estado las apoya cada vez más con sustanciales recursos del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, poniendo en alto la capacidad y el talento de los dominicanos ante el resto del mundo.