El colmado “online”

Los pedidos “on line”, por vía de la plataforma de mensajería WhatsApp, se han popularizado en el país dando paso a nuevas formas de relación digital entre compradores y vendedores que rápidamente están cambiando los viejos patrones del comercio.

El colmado de hoy, por ejemplo, ya se mueve al ritmo de las tecnologías modernas ofreciendo despachos de mercancías a las casas, sin necesidad de que el cliente tenga que perder tiempo trasladándose al negocio o asumiendo riesgos de atracos o agresiones violentas por parte de los delincuentes.

La misma dinámica que ya se ha hecho presente en farmacias y negocios de comida para despachar productos a los consumidores, se ha extendido a los colmados, que ahora disponen de “delivery” o mensajeros motorizados para la distribución.

Inclusive, operan centros de suplidores que ofrecen productos que en esos momentos no tienen los colmados, ayudándolos a dar el servicio que quiere el cliente, para no perderlo.

La red de suplidores y colmados unidos en línea se ha ido tornando más grande en la medida en que los consumidores prueban la comodidad de este servicio, que también pueden pagar por medio de tarjetas de crédito o en efectivo, en sus propios hogares.

Esta base tecnológica también ha permitido a los colmados servir como sub-agentes bancarios, para el cobro de múltiples servicios públicos, una actividad que de hecho marca pautas de diversificación en un negocio que antes se limitaba a vender productos al detalle directamente al cliente.

La transformación de los colmados, que por años han servido como el “banco de los pobres”, porque fían mercancías y hasta prestan a los vecinos para salir de apuros, es otra muestra de que la sociedad dominicana trata de montarse en el vagón de la modernidad, para no quedarse paralizada en el andén de los modelos del pasado.