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EDITORIAL

El 911 y el “Pacto por la vida”

Los medios de comunicación prestan mucha atención, tras la Semana Santa, a los saldos cuantitativos de muertos y heridos durante ese lapso, estableciendo balances comparativos entre las experiencias pasadas y las actuales para determinar cuán efectivas resultaron -cuando así fuese- las campañas preventivas de las autoridades.

Pero un reporte ofrecido por el Sistema de Atención de Emergencias 911, a través del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, permite apreciar la magnitud de la labor humanitaria de atender a personas con dificultades, en diferentes escenarios, no propiamente aquellos vinculados a los accidentes de tránsito.

Durante ese período, el Sistema 911 atendió 7,563 casos, la mayoría de ellos en la zona que abarca las provincias de Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Monte Plata, San Pedro de Macorís, La Romana y La Altagracia, y el resto, unos 2,286 casos en la zona Norte, que abarca Santiago, La Vega, Puerto Plata, Monseñor Nouel, Espaillat y Samaná.

Las unidades del 911 atendían casos de personas atrapadas en incendios, en violencia doméstica, en urgencias de maternidad, personas con problemas respiratorios o heridas en riñas o en estados de inconsciencia, que acontecen generalmente en los entornos más concurridos por los vacacionistas de la Semana Santa.

Esta labor del 911 complementa, favorablemente, los grandes esfuerzos desarrollados por millares de voluntarios, policías y militares en todas las carreteras y sitios vacacionales del país para prevenir tragedias.

Todas las vías posibles para la comunicación masiva fueron usadas en la difusión de orientaciones, mensajes y advertencias a los ciudadanos para que evitaran incurrir en excesos de todo tipo en el transcurso del asueto.

Es decir, que consejos no ha faltado. No obstante, el tramo más santo de la Semana Mayor comenzó con tragedias lamentables en las carreteras, provocadas precisamente por aquellos que no atienden las recomendaciones de manejar vehículos de motor con prudencia y en estado de sobriedad.

Lamentablemente, muchos no hicieron caso a estas recomendaciones y, según las estadísticas oficiales, al menos 33 personas murieron en accidentes. Pero la otra cara de la moneda es la del esfuerzo sobrehumano de gran magnitud que desplegaron todos los organismos de socorro, en especial el 911, para propiciar un verdadero “Pacto por la Vida” durante ese largo asueto.

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