La cumbre sobre la marihuana medicinal

Luce que hay consenso, entre médicos especialistas del país, para que se debata, en una cumbre, si debe autorizarse la aplicación de la marihuana en ciertos tratamientos contra el dolor en pacientes con cáncer y epilepsia o para curar el glaucoma y el Mal de Parkinson.

La idea de convocar a una cumbre científica partió del eminente neurocirujano José Joaquín Puello Herrera, a través del LISTÍN DIARIO, con la salvedad de que no está sugiriendo una despenalización, pura y simple, del consumo de la marihuana adictiva o “recreativa”.

Su propuesta es que las instituciones oficiales de justicia, salud, educación y las entidades privadas que congregan a especialistas de la medicina, aborden la conveniencia de permitir medicamentos elaborados con la planta de la marihuana en la mitigación y cura de algunas enfermedades.

La marihuana es una planta que contiene sustancias alucinógenas y su uso está penalizado por la ley, aquí y en muchas partes de la América Latina.

Aun cuando se han hecho pruebas con el uso de la planta en su estado natural y con al menos dos de sus sustancias, a partir de las cuales se han elaborado medicamentos que se aplican con fines medicinales, todavía no hay una certidumbre de su total eficacia en el alivio de esas enfermedades.

En la medida en que avanzan las investigaciones científicas, al menos dos pastillas con los ingredientes no adictivos de la marihuana han sido aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos, de la misma manera que se han autorizado y aplicado otros opiáceos bajo estricto control y regulación.

La poca práctica que tenemos en el país de sentar a nuestros talentosos científicos en el debate de problemas de este tipo es lo que le da un carácter singular a la cumbre propuesta por el doctor Puello Herrera, la que debería aceptarse y ponerse en marcha en un contexto de esfuerzos por mejorar la suerte de nuestros enfermos.