Frente al “Ojo del Tigre”
El gobierno debe enfrentar, con determinación, el mal neurodegenerativo conocido como signo “Ojo del Tigre”, que ha incapacitado y colocado en peligro de muerte a decenas de personas en el Suroeste.
La prevalencia y alcance de ese mal fue puesta en evidencia hace más de diez años por el LISTÍN DIARIO, en una serie de reportajes, y luego comprobó nuevos casos en una familia de tres miembros en el Batey 6 del ingenio Barahona, en enero de 2018.
Por diligencias de una madre cuya hija fue afectada por el raro mal, investigadores españoles vinieron al país a estudiar el fenómeno, y recomendar tratamientos especiales para los afectados.
Los especialistas propusieron la instalación de un laboratorio de biología celular para realizar cultivos de fibroblastos, ya que se ha establecido que este tipo de enfermedad rara es producida por una acumulación anormal de hierro en los ganglios basales del cerebro.
La enfermedad, que hasta ahora ha atacado a unas 50 personas en el Suroeste y a otras tantas en Constanza, registra aquí la tasa más alta del mundo.
Se caracteriza por un debilitamiento de las extremidades inferiores, atrofia de los músculos, problemas del habla y hasta demencia. Las expectativas de vida de quienes sufren el “Ojo del Tigre” es de 25 años.
Tan pronto el LISTÍN DIARIO publicó un amplio reportaje sobre el asunto esta semana, el Ministerio de Salud Pública envió sus técnicos al Suroeste para detectar a las personas afectadas de esta y otras enfermedades raras.
Oportuna ha sido esta decisión, porque a decir verdad las autoridades sanitarias habían actuado inconsistentemente frente al mal, probablemente porque no cuentan con las vacunas o tratamientos adecuados para remediarlo.
Lo que se impone ahora es aportar recursos y personal científico para atender a los afectados y prevenir la expansión de la enfermedad, al costo que sea.