Que sigan bajando los feminicidios

Una signifi cativa reducción de los feminicidios, del orden del 18 por ciento en relación con el año anterior, ha sido registrada por la Procuraduría General de la República, lo cual es una buena señal de que con un plan sistemático de atención y concientización, podemos bajar aun más estas lastimosas estadísticas.

Lamentablemente hemos tenido la pérdida de 88 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año, ya que no hemos superado el umbral de atrevimiento, agresividad y brutalidad machista que ha venido marcando, por años, el creciente recuento de sus víctimas mortales.

Pero no hay dudas de que los programas emprendidos desde distintas esferas como la Procuraduría, el Ministerio de la Mujer, las iglesias y otras entidades públicas y privadas, han ido creando las condiciones para aumentar los niveles de protección de las mujeres.

De esta manera, los programas ayudan a identificar las condiciones objetivas que pueden dar lugar a un futuro asesinato, los perfiles del agresor, las señales primarias que estos ofrecen en una relación conflictiva y violenta y las alternativas que existen para que las mujeres denuncien estas amenazas o agresiones reales.

Al abrirse una ventana para las denuncias, miles de mujeres han tomado en serio la gravedad de las amenazas y han reportado sus casos a las autoridades. Solo en este año se han formalizado 6,012 denuncias de violencia de género, lo que da una magnitud del problema.

La sociedad tiene que persistir en sus reclamos de que la justicia endurezca las penas contra los feminicidas, que sea igualmente enérgica en la sanción a los que ignoran las órdenes de alejamiento de sus parejas, más decidida a aplicar mecanismos tecnológicos que garanticen el cumplimiento de estas medidas cautelares y más rápida en brindar la protección a las vidas de las amenazadas.