Buena noticia sobre transporte
El caos en el transporte de pasajeros y el tránsito de la capital parece insuperable porque las medidas que adopta el gobierno siempre son reactivas y no responden a una planifi cación a largo plazo.
Si a esa situación se agrega la falta de urbanidad y de respeto de la mayoría de los conductores –públicos y privados-, transportarse en el Gran Santo Domingo es una calamidad diaria.
Aunque ampliar la capacidad del sistema de transporte por el Metro por sí sola no constituye una solución al défi cit de asientos y al congestionamiento de las vías públicas, es innegable que contribuye a sumar disponibilidad de un medio que utiliza masivamente la población y en el que se viaja rápido y con seguridad.
Por eso reconforta el anuncio que acaba de hacer el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, de que el gobierno comprará otra locomotora para la línea uno y más vagones para un mejor servicio y para poner en funcionamiento la ampliación de la línea dos del Metro, que está retrasada porque no había vagones disponibles en el mercado.
Si a eso se agrega que este año también entrará en funcionamiento el Teleférico, la disponibilidad concertada de estos medios de transporte puede aligerar el congestionamiento brutal del tránsito en la ciudad y los sectores satélites.
Lo deseable fuera que el gobierno y empresarios privados coordinen sus esfuerzos para que, al momento de la entrada en funcionamiento de estos modernos medios de transporte, se disponga de un sistema de rutas de autobuses bien ordenado, con vehículos sufi cientes, para ir sacando de las vías los automóviles y minibuses destartalados que invaden las calles con su manejo atropellante.
Un esfuerzo combinado gobierno-sector privado para mejorar el transporte debe incluir también un adiestramiento técnico y disciplinario a los conductores para que respeten las leyes de tránsito, reconozcan los derechos de los demás y se comporten en forma civilizada.
Si estas ideas pudiesen ponerse en práctica con la colaboración de la gente, la ciudad de Santo Domingo puede volver a ser acogedora para desplazarse y amigable para la sana convivencia social.
En algún momento habrá que plantearse superar el caos y el predominio del irrespeto en las calles y carreteras, por lo que consideramos que no hay mejor momento que cuando el Metro esté disponible a toda capacidad junto con el Teleférico que está a punto de concluir su construcción.