Paladines de la evasión fiscal
Líderes mundiales y emporios multinacionales, que alguna vez han levantado banderas para exigir a otros mayor transparencia y menos corrupción, aparecen ahora como porfi ados evasores que ocultan sus riquezas en los “paraísos fi scales” más secretos del mundo.
Más de un centenar de esas fi guras, entre monarcas, presidentes, ministros y celebridades del mundo fi nanciero o del jet-set internacional, aparecen registradas en las cuentas off-shore de al menos 19 países donde el secreto bancario los convierte en atractivos paraísos para el ocultamiento de fortunas.
Estas fortunas, en muchos casos, pueden ser ilícitas, obtenidas por vías o formas cuestionables, pero sea como sea, el solo hecho de procurarles un escudo de protección ante los mecanismos fi scales de sus respectivos países, denota perversa intención evasiva.
Aparecen, por igual, gigantes corporaciones como Nike, Apple, Uber y Facebook sumándose al mecanismo fraudulento, que es un tanto semejante al revelado en los famosos “Papeles de Panamá”, que conmocionaron al mundo el año pasado.
Tanto los “Papeles de Panamá” como los de ahora, los “Papeles del Paraíso”, han puesto al desnudo las hipócritas conductas o posturas que líderes infl uyentes en la vida económica y política del mundo, junto a sus brazos de dominio, las grandes corporaciones, han llevado a cabo a través de campañas por la transparencia y el manejo inmaculado de los recursos públicos.
Pero, curiosamente, solo apuntan cómo exigírselas a países pequeños, a los que muchas veces chantajean con este tipo de presiones y prédicas, mientras ellos esconden las enormes vigas de corrupción y evasión que soportan sus fortunas.
De nuevo, la responsable actitud del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que durante un año manejó en absoluta discreción millones de cuentas secretas y ahora ha dado a la luz, en simultánea, en decenas de importantes periódicos del mundo, enaltece el periodismo profesional, de investigación, de verdad y de calidad.
Con ello, el periodismo profesional, serio y riguroso, ha destapado otro foco de podredumbre del poder político y económico mundial, cuyos primeros vapores malolientes nos anticipan sus verdaderas magnitudes.