La economía, en onda expansiva
Después de cerrar el año con un crecimiento del 3 por ciento y registrarse un considerable descenso del déficit fiscal de 6.6 por ciento a un 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto, el Gobierno columbra que, desde enero hasta marzo del cercano 2014, la economía repuntará, con muchas ondas expansivas. Estos buenos augurios los expuso ayer el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, basándose en los impactos esperados de un crecimiento de los sectores de telecomunicaciones y zonas francas, del turismo y de las inversiones locales en las áreas de la educación y la agropecuria. La cultura del gasto controlado y de las inyecciones de recursos a sectores productivos que antes estaban deprimidos, en forma de préstamos y facilidades con moderados intereses, repercute en la política gubernamental de incentivar la formalidad empresarial y robustecer las garantias que se ofrecen a los inversionistas extranjeros. El ministro Peralta también se muestra optimista en cuanto a los efectos positivos que tendrá en la economía este proceso de diversificación, que permite que al pasar de la informalidad a la formalidad, las miles de pequeñas y medianas empresas aportarán al fisco los recursos que se necesitan para seguir sosteniendo el actual modelo. Lo mismo se espera de las gruesas inversiones en la educación con la construcción de millares de aulas, estancias infantiles y comedores escolares, que a su vez dinamizan la intervención de los ingenieros, empresas constructoras y suplidoras, así como en el aspecto vial, con las modernas vías circunvalares que ya se han inaugurado y las que se esperan para el Sur, concretamente Baní, Azua y el Gran Santo Domingo. El ministro Peralta, al comparecer como charlista en el último almuerzo mensual de este año de la Cámara Americana de Comercio, nos ha proporcionado un panorama alentador para el próximo 2014 fundado en esas expectativas, y eso, en verdad, es lo que anhela siempre el pueblo: que el devenir económico sea siempre favorable y que sus resultados se expresen en una mejoría y bienestar para todos. Ojalá que todo resulte así porque, en definitiva, a ningún pueblo le gustaría vivir en la pobreza y la miseria, en los desconciertos frente al mañana o en las inestabilidades de todo tipo que retrancan el avance de las sociedades.