Tras el paso de Chantal
Con más agua que vientos, Chantal ha dejado las huellas de su paso distante por nuestro país en calles, avenidas y zonas productivas y residenciales inundadas y en los trastornos asociados a estos tipos de emergencias. Salvo la lamentable muerte de un bombero en Piedra Blanca, Bonao, succionado por las aguas de una alcantarilla que estaba destapando, la tormenta tropical en trance de degradación no cobró más víctimas humanas porque, en verdad, la población supo responder a las exigencias de la prevención y la prudencia. Hay que destacar que la logística preventiva y de movilización de las distintas instituciones del Gobierno dio sus resultados, pues en tiempo oportuno fueron recolocadas en casas de familiares y amistades centenares de personas que viven en lugares bajo peligro, antes de que comenzaran a caer las intensas y prolongadas lluvias de Chantal. Hubo buen manejo en los operativos de acondicionar lugares de refugios donde no faltaron alimentos del Inespre y de los Comedores Económicos y el Plan Social de la Presidencia, así como en situar equipos pesados en zonas de las provincias bajo alerta roja para atender emergencias en casos de roturas, inhabilitación o bloqueos de puentes y carreteras, a cargo del Ministerio de Obras Públicas y de la Oficina de Ingenieros y Supervisores de Obras del Estado. Las instituciones vinculadas a la Salud Pública y la Educación tomaron las adecuadas previsiones para atender a personas necesitadas de apoyo o asistencia durante el paso de la tormenta, mientras que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional pusieron a miles de sus hombres al servicio de la logística del Centro de Operaciones de Emergencias, y el país pudo enfrentar la amenaza con las menores pérdidas humanas y materiales posibles. Esta experiencia es aleccionadora, pues en el pasado los llamamientos a la precaución y la seguridad, desatendidos mientras sufríamos de una insuficiente información sobre los fenómenos atmosféricos, eran causantes de altas pérdidas, y en este caso el empeño del presidente Danilo Medina para que se hicieran esfuerzos extraordinarios de protección ciudadana surtieron sus efectos. Así es que debemos actuar, de ahora en adelante, pues la temporada ciclónica apenas ha comenzado, y ya vemos de qué manera.